Anabel Aragón confirma que es fundamental y ofrece argumentos y detalles

FUENTE: EFE

Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 40 y el 70% de los casos de cáncer, podrían evitarse si mejoráramos nuestra alimentación, si dejásemos de fumar y si llevásemos un estilo de vida más activa.

Anabel Aragón hace un paréntesis en el Abecedario de la Nutrición y habla de alimentación y cáncer. “Nos alejamos de la dieta mediterránea” y adquirimos cada vez más, alimentos ricos en grasas, azúcares y sal; estamos consumiendo menos frutas, hortalizas, legumbres y alimentos integrales de lo que deberíamos”, afirma.

El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés) pone de manifiesto que el alejamiento de los estilos de vida saludables incrementa el riesgo de sufrir esta enfermedad.

¿Superalimentos que previenen el cáncer?

“Esto es bastante preocupante porque no existen superalimentos que puedan suprimir, por sí mismos, el riesgo de padecer cáncer o curarlo. Hemos de tener mucho cuidado, no tenemos que caer en la mentira de este tipo de propagandas porque únicamente lo mueven intereses económicos por parte de algunas personas o entidades”, sentencia Aragón.

Comenta que “debemos huir de todos los productos o prácticas que prometan curar el cáncer” porque además su aplicación “deseduca a la población” en los hábitos saludables. Todos estos superalimentos ponen en riesgo la salud de las personas afectadas y pueden hacer que pierdan la oportunidad de seguir el tratamiento médico del servicio nacional, que es que está basado en la última evidencia disponible.

Consejos para disminuir el riesgo de padecer cáncer:

Un informe de WCRF de 2010 sobre alimentos, nutrición y actividad física para la prevención del cáncer, establece recomendaciones para reducir el riesgo de cáncer:

  • Recomienda controlar el peso corporal, ya que su exceso se asocia a diez tipos de cáncer distintos.
  • Seguir una alimentación saludable y mantener una circunferencia de cintura menor de 102 en hombres y 88 centímetros en mujeres.
  • Limitar los alimentos y bebidas que promueven el sobrepeso como bollería, dulces o bebidas azucaradas.
  • Tomar alimentos vegetales como frutas, hortalizas, legumbres y derivados de cereales integrales, porque nos aportan sustancias antioxidantes y fibra, muy buenos para la salud.
  • Consumir al menos 5 raciones de frutas y verduras al día.
  • Evitar el consumo de alimentos muy refinados.
  • Seguir el patrón de dieta mediterránea.
  • Reducir el consumo de carnes rojas.
  • Es importante también no consumir granos, semillas, frutos secos o legumbres que tengan moho porque contiene micotoxinas que pueden producir cáncer.
  • Limitar el consumo de sal.
  • Para prevenir el cáncer es muy importante saber que cuanto menos alcohol, mejor. Si se toma alcohol, no hay que pasar de 2 copas en hombres y 1 copa en mujeres.
  • No tomar suplementos para la prevención porque una dieta saludable aporta todos los nutrientes necesarios.

Otras pautas a seguir

Además de la alimentación, es fundamental no fumar y seguir un estilo de vida activo. En cuanto a la actividad física, las recomendaciones de la experta en salud y nutrición son realizar “actividades moderadas equivalentes a una caminata de 30 minutos diarios”.

“A medida que el estado físico mejora, podemos subir a los 60 minutos diarios de actividad moderada o 30 minutos diarios más intensos. Hay que limitar los hábitos sedentarios como ver la televisión, y por último también se recomienda la lactancia materna, durante los primeros 6 meses de vida y continuar fortaleciéndola hasta el año”, explica Anabel Aragón.

Si se ha sobrevivido a un cáncer, aconseja “mantener un peso saludable, una vida activa y prestar aún más atención para llevar una alimentación equilibrada”.

Paciente con cáncer en pleno tratamiento

“Es muy frecuente que exista desnutrición en pacientes oncológicos, presente en el 40 -80% de los casos, según el tipo de tumor, la localización y el estadio tumoral. Los tratamientos ocasionan efectos secundarios, especialmente sobre el sistema digestivo de los pacientes y eso dificulta su alimentación y puede desembocar en un alto riesgo de desnutrición”, explica la especialista.

El manejo dietético nutricional en estas situaciones es fundamental para la salud de los pacientes, su recuperación y su calidad de vida. La experta declara que las situaciones más frecuentes durante la quimioterapia son “falta de apetito, dificultad para tragar sólidos o líquidos, tener náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, sequedad, inflamación de la mucosa y la cavidad bucal, y la alteración en la percepción de sabores”.

Por todo ello, el equipo multidisciplinar del paciente oncológico es el que contribuye a detectar a tiempo el riesgo de malnutrición causada por cualquiera de estos factores y con la ayuda del dietista-nutricionista, individualizar la dieta que mejor se adapte al paciente oncológico.

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