La multinacional catalana Grifols se propone ser líder mundial en capacidad de producción de hemoderivados en el año 2022, superando así a sus competidoras CSC y Shire, que son la primera y segunda compañía del mundo en este negocio, respectivamente.

FUENTE: Expansión

Así lo ha asegurado Víctor GRIFOLS (GRF.MC)Deu, que representa a la tercera generación de la familia Grífols y que desde el 1 de enero es consejero delegado de la compañía catalana junto a Raimon Grífols, hermano del presidente de la compañía, Víctor Grífols Roura, que ha llevado las riendas de Grifols desde los años ochenta.

Hoy, esta multinacional catalana ha celebrado su Junta General Ordinaria de Accionistas en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y el encuentro ha servido para escenificar el relevo de Víctor Grífols como primer ejecutivo a manos de un hijo suyo y de uno de sus hermanos.

Víctor Grífols Deu ha asegurado ante los accionistas: "Tenemos las ideas claras de dónde queremos ir y los recursos para hacerlo".

Luego ante los periodistas ha dicho que quiere que en 2022 el grupo tenga "mucha más capacidad de producción que cualquier competidor", aunque ha dejado claro que lo fundamental es mantener la buena trayectoria de la compañía en todos los indicadores, ampliando las indicaciones para cada medicamento plasmático y desarrollando nuevos productos.

Por su parte, el presidente no ejecutivo de la compañía, Víctor Grífols, que hoy ha sido reelegido como consejero, al igual que Raimon Grífols, ha dicho que se "retira" como primer ejecutivo, pero que la sucesión "no es el final de nada, sino un principio", y se ha mostrado convencido de que sus sucesores lo harán "mejor" que él.

Grifols tiene hoy el 18 % de cuota de mercado mundial en proteínas plasmáticas y es líder mundial en tres de ellas, pero Víctor Grífols Déu ha dejado claro que quiere que la compañía sea líder "indiscutible" en el mercado de los hemoderivados y expandir el negocio de diagnóstico y la división hospitalaria.

En este punto, los directivos de la multinacional han precisado que Grifols invertirá de 15 millones a 20 millones en reorganizar las instalaciones adquiridas a Hologic en San Diego (EE.UU.).

En cuanto a su capacidad industrial, Grifols tiene en marcha un plan, dotado con 1.200 millones de euros hasta el año 2020, para aumentar, entre otras cosas, su capacidad de fraccionamiento de plasma de los 12,5 millones de litros actuales hasta los 19 millones en el año 2023.

Y es que está previsto que en 2022 esté listo el nuevo edificio para el fraccionamiento de plasma con capacidad para 6 millones de litros que se construye en Clayton (EE.UU.), que requerirá una inversión de 78 millones.

Otras inversiones relevantes en curso son la planta de purificación para gamaglobulina, también en el complejo de Clayton, que se iniciará en 2018 y debe estar lista en 2022, tras una inversión de 133 millones, o bien la nueva planta de purificación y llenado de albúmina en bolsas de Irlanda, que debe estar operativa en 2022.

Aunque la mayoría de las nuevas inversiones industriales se han hecho en EE.UU. y en Irlanda, Grifols tiene previsto poner en marcha en 2018 una planta de producción de prolastina en Parets del Vallès (Barcelona), una instalación de 7.250 metros cuadrados que ya lleva algunos años construida y que está pendiente de la homologación correspondiente.

Grifols cerró en febrero la compra de la unidad de diagnóstico de la norteamericana Hologic por 1.750 millones de euros, pero la cúpula de Grifols ha precisado hoy que hay caja suficiente para afrontar "proyectos nuevos", aunque de menor tamaño.

En esta línea, el director financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, ha precisado que la multinacional dispone de una liquidez total de 1.100 millones de euros, 737 de ellos de su tesorería y el resto a través de líneas de financiación disponibles.

Grifols cerró recientemente la reestructuración de su deuda y esa operación que le ha comportado ahorros anuales de 80 millones.

Por otra parte, la multinacional continúa su expansión geográfica y en 2016 empezó a vender hemoderivados en Australia -el territorio de origen de su rival CSC- en la India y en Francia, donde sufría una serie de restricciones legales para suministrar producto para uso hospitalario o terapéutico.

Grifols ganó el año pasado 546 millones (+2,5 %), ya emplea a 16.000 personas y dispone de 171 centros de donación de plasma en EE.UU., una cifra que se propone incrementar hasta los 230 en 2019.

Durante la rueda de prensa, los directivos de Grifols han evitado pronunciarse sobre el proceso soberanista abierto en Cataluña. Víctor Grífols Roura ha asegurado que este proceso "no afectará en nada" a la empresa, mientras que su hermano Raimon ha comentado que la empresa es "totalmente neutra" ante este debate.

El próximo 1 de junio, Grifols hará un segundo pago a sus accionistas por los resultados de 2016 de 0,1356 euros brutos por acción y se compromete a aumentar el dividendo -ahora es el 40 % de las ganancias- a medida que crezcan los beneficios.

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