En la provincia de València se informó, en una semana, más de mil veces por falta de medicamentos

FUENTE: Levante EMV

 

Hace unos meses un farmacéutico del barrio valenciano de Benimaclet constató una realidad que preveía desde hace años: la falta de suministros médicos en su establecimiento. Y como él (que prefiere permanecer en el anonimato), tantos otros.

Un total de 45 farmacias de la provincia de València informaron en la última semana de septiembre (según los últimos datos del Centro de Información sobre Suministro de Medicamentos, Cismed) la falta de más de 380 medicamentos básicos. «Hace algunos años empezamos a notar la carencia de algunos fármacos, pero ahora esta falta de suministro viene incluso para los tratamientos más básicos», informa H. Se trata de aquellos relacionados con la hipertensión arterial o la insuficiencia venosa en su mayoría, como el Adiro, Aterina o Hemovas. «La mayoría son medicamentos antiguos, muy baratos para el paciente», asegura el farmacéutico. Unos precios enmarcados en la normativa sanitaria estatal que facilitan el acceso a cualquier persona, independientemente de su condición económica. No obstante, este margen parece no salir rentable a los laboratorios farmacéuticos.

«Creemos», asegura Jaime Giner presidente del Colegio de Farmacéuticos de València, «que la mayor parte de la producción de medicamentos se está derivando a otros países donde pueden venderlos a precios más elevados».

El afán por ver crecer sus ingresos ha provocado que en tan solo una semana las farmacias de la provincia de València llegasen a realizar más de mil peticiones por falta de suministro. Según el estudio elaborado por Cismed, una de las farmacias llegó incluso a informar de este hecho más de 200 veces en tan solo una semana.

Un problema global y creciente por el que la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) denunció el jueves el desabastecimiento que, en su opinión, se está produciendo en muchas farmacias pequeñas y rurales de algunos medicamentos básicos «que afectan muy directamente a la salud de miles de pacientes».

Esta falta de suministro, explica el farmacéutico de Benimaclet se intenta paliar con la venta de genéricos. No obstante, «la desinformación» de los pacientes provoca que la mayoría se niegue a comprarlos.

«Es el mismo medicamento, pero lo ven en una caja distinta, con un color distinto y no se llegan a fiar... Eso también pone en duda nuestra credibilidad», asegura. Por ello, asegura que sería necesario que los médicos estuviesen informados antes de recetar según qué fármaco de aquellos de los que falta suministro y explicar al paciente que puede tomar un genérico sin ningún tipo de temor.

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