Seis sociedades científicas firman un documento sobre inmunización antigripal donde se aborda como estrategia a estudiar la posibilidad de vacunar en botica, pero, a día de hoy, le encuentran trabas.

FUENTE: Correo Farmacéutico

La vacunación por parte de oficina de farmacia es una posibilidad asentada en países de nuestro entorno y contemplada en España por seis sociedades científicas que acaban de firmar el Documento de actualización y reflexión sobre la vacunación antigripal en España. En concreto, dice textualmente: “Sería interesante estudiar la posibilidad de incrementar la oferta de vacunación antigripal para la población general en oficinas de farmacia autorizadas”. Sin embargo, casi todos los expertos consultados lo ven como una posibilidad más a largo plazo y subrayan más su papel preventivo y educacional.

Así, a pesar de que consideran vital avanzar en este camino, creen que antes se deberían vencer una serie de obstáculos: sistemas de registros de las vacunas (asociado a la consulta de la historia clínica), acceso a las vacunas y ver cómo implementar una vacunación pública en un centro privado. Así lo explica a CF Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), una de las seis sociedades científicas firmantes del documento.

Otra coautora del informe, Esther Redondo, coordinadora del grupo de trabajo de actividades preventivas y salud pública de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), comparte la idea de que existen trabas y, hoy por hoy, apuesta por labores de información sobre los grupos de riesgo y de prevención.

Eliminar barreras público-privado

Quien lo ve más viable es José Antonio López, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), coautor del documento: “Si se pueden dispensar fármacos públicos en los centros privados, hay que dejar de poner la barrera público-privado. Lo único, y es un tema estrictamente administrativo, es conseguir una autorización para que la farmacia sea un centro de vacunación efectivo”. Tampoco ve problemas en integrar la información en la historia clínica: “En las tarjetas donde cargamos los fármacos podemos informar de que se administra una vacuna. Si hay conexión en un sentido (médico-farmacia), ¿por qué no en el inverso?”.

Por su parte, y en este sentido, Redondo indica que “se pueden hacer muchas más cosas, como en países como Portugal, donde farmacias autorizadas pueden vacunar”, como así señala también la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) en su documento Experiencias internacionales de participación del farmacéutico en inmunización.

En la mente de todos están también experiencias como la de Reino Unido, donde vacunan los farmacéuticos, tras formarse en inmunización y resucitación cardiopulmonar y anafilaxis.

Redondo ve más a medio y largo plazo que el farmacéutico pueda vacunar, “porque requiere cambios sanitarios y cada autonomía podría pedir unos requisitos distintos. Pero entre este punto final, que es a lo que se puede llegar en un futuro, y el punto inicial (prevención e información), hay uno intermedio: derivar a puntos del sistema asistencial donde se pudiera ir sin cita para vacunarse. Así el farmacéutico no necesitaría acceder al sistema de citas de la comunidad ”, algo que ya se hace (con cita) en la Comunidad Valenciana desde 2016, y en Canarias, desde la campaña 2015-16.

Abrirse a más vacunas

Sin embargo, otros expertos ven inalcanzable la posibilidad de derivar pacientes desde la farmacia a centros de salud en ciudades como Madrid, por su gran población. Isabel Jimeno, responsable del grupo de trabajo de vacunación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), firmante también del documento de reflexión, cree que la vacunación por parte del farmacéutico es “una posible vía, pero a largo plazo y según la legislación vigente”. Y es que cree que un escollo principal es garantizar la seguridad, no sólo por la formación, sino por tener una zona habilitada en la botica”. Coincide con García Rojas en señalar como primer obstáculo el acceso a los registros: “Una vez salvadas estas barreras, podría abrirse la posibilidad a más vacunas”, comenta.

Manuel García Cenoz, de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), otro firmante del documento, apunta a “la valoración de los recursos estructurales necesarios para que una farmacia sea acreditada como una unidad de vacunación, así como el coste que supondría para el sistema sanitario”.

Aumentar la cobertura

Sin embargo, los primeros datos son alentadores. Así, la derivación de la farmacia al centro de salud realizada en el archipiélago por los farmacéuticos en la campaña 2015-16 supuso un aumento en la cobertura vacunal de un 12,7 por ciento respecto al año anterior, según datos del Consejo General de COF. En este sentido, Juan Ramón Santana, presidente del COF de Las Palmas y del Consejo canario de COF, detalla a CF cómo las farmacias registran el número de pacientes que derivan al centro de salud. Tanto es así que el año pasado premiaron a la botica que más registros realizó: una oficina rural, en San Mateo (Las Palmas), regentada por Dacia Tenorio.

Los farmacéuticos creen que otro aspecto a tener en cuenta es la capacitación. Así, Santana añade que “habrá que ver si necesitamos una capacitación específica para poder vacunar. La otra opción es utilizar personal de enfermería, pero el tema está aún muy verde”.

García Rojas hace también hincapié en el “mensaje preventivo”, ya que ve vital aumentar la tasa de vacunación antigripal en mayores de 65 años y que se acerque a los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde nuestro país está 20 puntos por debajo.

Colaboración con la Administración

Por su parte, Santana añade que el 15 de noviembre los COF canarios realizarán un acto, en colaboración con la Dirección General de Salud Pública, donde los profesionales se vacunarán y darán a conocer un vídeo realizado por los COF y la Administración.

No es la única autonomía donde los COF van de la mano de la Consejería. Así, el 17 de octubre la dirección general de Salud Pública de Galicia pidió por carta a los presidentes de los COF su colaboración para la campaña anual de vacunación antigripal. El año pasado incluso el COF de Pontevedra activó una encuesta en su web sobre vacunación en la farmacia, con la pregunta ‘¿Está de acuerdo con que la farmacia sea un punto de vacunación en la próxima campaña de la gripe?’.  A su vez, el COF de Valencia también puso en marcha en 2016 una encuesta sobre el mismo asunto, donde el  84,63 por ciento de los encuestados consideraba interesante que las oficinas de farmacia participasen de forma activa.

La experiencia de Canarias

Dacia Tenorio, farmacéutica rural en San Mateo (Las Palmas), fue premiada el año pasado por ser la botica que más pacientes derivó al centro de salud para vacunarse. “Algunos pacientes ya tenían idea de vacunarse, pero a otros les explicábamos que se consideraban “pacientes de riesgo“. Otros, la mayoría de ellos, siguen teniendo ciertos recelos a vacunarse, con ideas como “no me vacuno porque un año me vacuné y me cogí una gripe enorme”. Intentamos darles una información lo más clara posible, que supieran distinguir entre un resfriado y una gripe”, explica Tenorio. Y añade: “Les informamos de la seguridad de las vacunas, respondiendo todas sus inquietudes e incluso llamando  al 012 para pedirles la cita en su nombre”.

Tenorio no cree que sea más fácil derivar pacientes en un pueblo que en una ciudad: “Es lo mismo, porque cada paciente tiene su farmacia habitual cerca de casa y conoce a su farmacéutico“.

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