Investigadores de EE.UU. descubren que el tratamiento de ratones con un antibiótico reduce el tamaño de las lesiones causadas por la endometriosis.

FUENTE: ABC

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) han encontrado, en ratones, que el tratamiento con un antibiótico de amplio espectro reduce el tamaño de las lesiones causadas por la endometriosis. Los investigadores están planeando un gran ensayo clínico multicéntrico para probar el medicamento, metronidazol, en mujeres que tienen la condición dolorosa. El estudio se publica en la revista «Human Reproduction».

Las mujeres se enfrentan una multitud de barreras a la hora de recibir atención de calidad para la endometriosis, una enfermedad crónica, a menudo dolorosa, que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva, aproximadamente 200 millones de mujeres y adolescentes en todo el mundo.

La endometriosis afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva, aproximadamente 200 millones de mujeres y adolescentes en todo el mundo

La normalización social del dolor y el estigma de las mujeres en torno a los problemas menstruales; la falta de conocimiento y conciencia sobre la enfermedad, la ausencia de diagnósticos no invasivos, las limitaciones de las opciones de tratamiento actuales y las dificultades, en muchos casos, para acceder a la atención son, según un informe que se publicó en la revista«American Journal of Obstetrics and Gynecology», las principales barreras.

La endometriosis es una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva. Ocurre cuando el endometrio se sitúa fuera del útero, es decir fuera de su lugar original. Con síntomas como infertilidad, dolor pélvico crónico, períodos dolorosos, relaciones sexuales dolorosas, dolor de espalda y problemas intestinales, la endometriosis puede afectar negativamente todos los aspectos de la vida diaria de una mujer, incluido su bienestar físico y emocional y su productividad. Se calcula que entre un 5%-10% de la población padece endometriosis. Entre las mujeres estériles este porcentaje puede alcanzar hasta el 25%.

En el nuevo estudio, los investigadores han analizado en ratones el efecto de este antibiótico. Y los resultados mostraron que el tratamiento de los animales con metronidazol redujo el tamaño de las lesiones relacionadas con la endometriosis en el intestino.

Y el beneficioso efecto se producía tanto si el tratamiento se iniciaba antes de que las lesiones comenzaran a formarse o después de la endometriosis ya estaba bien establecida.

Los hallazgos también sugieren que las bacterias en el microbioma intestinal pueden ayudar a impulsar o prevenir la progresión de la enfermedad.

«Nuestro objetivo inicial era entender cómo estas bacterias intestinales, o microbiota, podrían estar conectadas a la endometriosis, pero en el proceso, podemos haber encontrado un tratamiento rentable», señala la investigadora principal Ramakrishna Kommagani.

Los hallazgos sugieren que las bacterias en el microbioma intestinal pueden ayudar a impulsar o prevenir la progresión de la enfermedad

Los científicos ya sabían que las mujeres jóvenes y las niñas con mayor susceptibilidad a la enfermedad inflamatoria intestinal tenían más probabilidades de desarrollar endometriosis.

En este nuevo trabajo se ha visto que algunos de los microbios intestinales relacionados con problemas intestinales también ocupan un lugar destacado en la endometriosis. Cuando trataron a los ratones con el metronidazol, las lesiones se hicieron más pequeñas y la inflamación también se redujo.

Sin embargo, otros antibióticos probados en el estudio (ampicilina, neomicina y vancomicina) no disminuyeron la inflamación ni redujeron las lesiones. Además, el equipo de Kommagani encontró que los niveles de un tipo protector de bacterias intestinales eran muy bajos en los ratones con endometriosis, por lo que creen que además de los antibióticos, es posible usar probióticos para aumentar los niveles de bacterias protectoras.

«Este estudio es emocionante ya que abre nuevas fronteras en la identificación de candidatos bacterianos que pueden promover la endometriosis en mujeres en edad reproductiva, y nos permite realizar estudios futuros dirigidos a desarrollar formas más sencillas de diagnosticar la endometriosis», señala la coautora Indira Mysorekar.

Otros antibióticos probados en el estudio (ampicilina, neomicina y vancomicina) no disminuyeron la inflamación ni redujeron las lesiones

«La salud de nuestro intestino afecta la carga de la enfermedad –indica Kommagani-. Lo que comemos puede afectar las bacterias en el intestino, y eso puede promover la endometriosis, por lo que es importante tener hábitos saludables y asegurarse de que está albergando bacterias buenas para que no contraiga la enfermedad y el dolor asociado».

Esta es una epidemia silenciosa en la que a menudo las mujeres piensan que simplemente están teniendo calambres durante sus ciclos menstruales, añade. «Solo cuando el dolor llega a un punto en el que no pueden manejarlo, y no está contenido dentro del ciclo, muchas se dan cuenta de que algo más está sucediendo».

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas