Elaborado por el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), este protocolo ofrece a los profesionales farmacéuticos pautas para detectar casos de maltrato psicológico, físico y/o sexual. Desde marzo de 2018, profesionales del Departamento de Salud de la Ribera han detectado 145 casos de violencia machista en la comarca.

El Hospital Universitario de la Ribera ha acogido la presentación del “Protocolo de detección de violencia de género en farmacia comunitaria”, elaborado por el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF).

Este protocolo ha sido presentado en el transcurso de una jornada, a la que han asistido cerca de medio centenar de profesionales sanitarios y farmacéuticos, y que ha sido inaugurada por el Director General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Conselleria de Sanitat, José Manuel Ventura; la gerente del Departamento de Salud de la Ribera, Liliana Fuster; y el presidente del MICOF, Jaime Giner.

El objetivo de este protocolo es el de formar y concienciar a los profesionales farmacéuticos en la detección precoz de casos de violencia de género. Para ello, ofrece a los profesionales de las farmacias una serie de pautas y recomendaciones, así como unos cuestionarios que les permitan detectar, derivar y comunicar casos de violencia machista –psicológica, física y/o sexual-, al Centro Mujer 24 horas, Servicios Sociales, Policía o Guardia Civil.

Según ha destacado el presidente del MICOF, Jaime Giner, “al igual que las mujeres víctimas de violencia de género suelen hiperfrecuentar las consultas médicas, lo mismo ocurre con las oficinas de farmacia, lugares accesibles y próximos, especialmente en municipios pequeños y zonas rurales, lo que supone una ventaja para detectar posibles casos de violencia machista”. Por este motivo, “es necesario incorporar a las oficinas de farmacia a la lucha contra la violencia de género”.

Jaime Giner ha destacado el papel activo que los profesionales sanitarios realizan en la detección precoz de casos de violencia machista. En este sentido, “el MICOF ha elegido el Departamento de Salud de la Ribera para la presentación de este nuevo protocolo por tratarse de un referente en la lucha contra esta lacra social, que necesita la unión de todos los profesionales sanitarios y agentes sociales para erradicarla”.

Por su parte, la gerente del Hospital de Alzira, Liliana Fuster, ha explicado que “combatir la violencia de género se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios del Departamento de Salud de la Ribera desde que la Conselleria de Sanidad asumió su gestión directa”.

Así, desde abril de 2018, se han formado a más de 250 profesionales en la detección precoz de casos de violencia de género y se han realizado más de una docena de acciones de concienciación en las que han participado cerca de 400 personas.

El grado de formación y concienciación que estamos logrando, en este sentido, ha hecho posible que, en los últimos 18 meses, se haya cribado a cerca de 7.000 mujeres en las consultas médicas de nuestro Departamento de Salud, lo que ha permitido detectar un total de 145 casos de violencia de género”, ha señalado Fuster.

A lo largo de la Jornada se ha profundizado en aspectos claves de este protocolo a través de las distintas mesas redondas, en las que se h hablado de temas como quién puede llevar a cabo en la farmacia comunitaria el protocolo de detección de la violencia de género entre las pacientes. En este sentido, se ha hablado de que aquellas personas con mayor grado de experiencia pueden proporcionar un mayor apoyo a las víctimas. No obstante, también se ha destacado que estos protocolos se deben aprender en una formación conjunta para todo el personal de la farmacia y se ha señalado que cada día solicitan más medidas para involucrarse.

Se ha recalcado en la jornada que las farmacias comunitarias proporcionan una cercanía que quizá otros profesionales no pueden ofrecer, al tratarse de un espacio de salud que cuenta con una gran afluencia de pacientes, por lo que existe una relación más directa con ellos.

También se ha llevado a cabo una explicación del protocolo de detección de violencia de género en la farmacia comunitaria en la que se ha destacado su importancia para poder identificar nuevos casos mediante la búsqueda activa a través de preguntas personales o de la identificación de indicadores de sospecha como el estado psicológico o la medicación dispensada. En caso de encontrar casos positivos, el protocolo recomienda realizar otro cuestionario para confirmarlo, así como derivar y proporcionar más información a la víctima.

También ha participado en la jornada de presentación del protocolo la Asociación ALANNA, con un testimonio propio, en el que se ha recalcado la idea de que, en muchas ocasiones, las víctimas no son conscientes del propio maltrato y de que no solo existe un perfil que está dictaminado por el entorno socieconómico, sino que se basa principalmente en la educación. Desde la asociación se ha subrayado que se debe tener en cuenta que las víctimas tienen la necesidad de saber que hay alguien apoyándoles, por lo es importante la coordinación de todos los equipos profesionales para la detección y ayuda. También ha reivindicado la asociación que no se contempla el maltrato directo o indirecto hacia los menores ya que hoy en día se proporciona la custodia compartida.

Finalmente, la jornada ha servido para concluir la necesidad de aplicar estos protocolos para detectar y asegurar una erradicación de casos de la violencia de género, mediante la sensibilización a toda la sociedad y así evitar futuros casos, así como proporcionar ayudas para mejorar la calidad de vida de las víctimas.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas