El Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH ha recogido y publicado los resultados de un estudio piloto ('HCV testing in NSP community pharmacies') realizado por el Grupo de Trabajo Conjunto de Londres sobre el Uso de Sustancias y la Hepatitis C, centrado en el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C.

FUENTE: DiarioFarma

El Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH ha recogido y publicado los resultados de un estudio piloto ('HCV testing in NSP community pharmacies') realizado por el Grupo de Trabajo Conjunto de Londres sobre el Uso de Sustancias y la Hepatitis C, centrado en el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C, y destacan que unos de los principales hallazgos habría sido que el 78% de las personas que utilizan los programas de intercambio de agujas y jeringuillas en farmacias comunitarias en Londres (Reino Unido) y optan por hacerse allí la prueba de la hepatitis C, preferirían recibir su tratamiento frente al virus hepático (VHC) en las oficinas de farmacia.

En la primera fase del estudio piloto se analizó, por un lado, la aceptabilidad de las pruebas rápidas de anticuerpos frente a la hepatitis C entre las personas que usan programas de intercambio de agujas y jeringuillas de farmacia comunitaria y, por otro lado, el rendimiento de las pruebas; es decir, la proporción de personas que aceptaron el ofrecimiento de hacerse la prueba y que dieron positivo en el test de anticuerpos frente al VHC. En total, 216 personas fueron examinadas en ocho farmacias durante cuatro meses y se descubrió que el 53% tenían anticuerpos frente a la hepatitis C.

Las pruebas de anticuerpos orales de farmacia habrían demostrado ser altamente aceptables, pero hubo una alta tasa de pérdidas durante el seguimiento de las personas que dieron positivo, debido a la necesidad de acudir a una clínica ambulatoria para realizar la prueba de confirmación.

En la fase 2 del estudio se investigó si el uso de una prueba del VHC en un servicio de diagnóstico inmediato –conocido como point-of-care- en la farmacia (que incluye tanto una prueba de anticuerpos como una prueba de detección de ARN del VHC), en lugar de únicamente la prueba de anticuerpos frente a la hepatitis C, mejoraría el vínculo con la atención y el tratamiento del VHC.

En esta segunda fase de la investigación, se ofreció a 308 personas una prueba inicial de anticuerpos frente al VHC en seis farmacias participantes (si obtenían resultado positivo se ofrecía una segunda prueba de ARN para confirmar la infección activa). El 57% aceptó realizarse la prueba y, de este porcentaje, aproximadamente un tercio (38%) dio positivo para anticuerpos frente al VHC.

De las 66 personas que dieron positivo en la prueba de ARN del VHC, 60 fueron derivadas a la atención secundaria, de las cuales 21 asistieron a citas médicas y 18 comenzaron el tratamiento. Catorce completaron el tratamiento y 4 lo interrumpieron. De los tratados, 4 se curaron del VHC, 8 se encontraban aún a la espera de los resultados finales para establecer si se habían curado o no y 2 se perdieron durante el seguimiento. La comparación de la fase 1 y la fase 2 no evidenció diferencias significativas en cuanto a la asistencia a la atención secundaria o la finalización del tratamiento de acuerdo con el método de prueba.

Por su parte, las pruebas del VHC de la farmacia fueron altamente aceptadas por parte de las personas que acudieron al centro farmacéutico: el promedio de puntuación de la experiencia de la prueba fue de 9,3 sobre 10 y 3 de cada 4 dijeron que recomendarían el servicio a un amigo.

Los investigadores no han podido establecer la causa de la baja asistencia a las citas de atención secundaria por parte de personas diagnosticadas de infección crónica por el VHC. Señalan, a este respecto, que algunas farmacias comunicaron una falta de notificación por parte de las personas diagnosticadas en la farmacia sobre su asistencia a una cita de atención secundaria. Asimismo, los expertos indican que las farmacias que han desarrollado una relación con los usuarios del servicio deberían alentar la asistencia a la clínica y mantener a las personas informadas sobre el acceso a la atención médica.

La preferencia por la farmacia

Sin embargo, el estudio también encontró que los usuarios del servicio preferirían recibir tratamiento en la farmacia. El 78% de las personas que aceptaron hacerse la prueba desearían recibir tratamiento frente a la hepatitis C en su farmacia comunitaria y el 9% preferiría recibir tratamiento de un médico generalista. El 13% restante optó por el tratamiento hospitalario o el acceso al tratamiento a través de un servicio de tratamiento para usuarios de drogas.

En relación con esto, recuerdan que el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra anunció en julio de 2019 que invertirá 4 millones de libras en los próximos dos años para respaldar las pruebas de detección de hepatitis C en farmacias. Los investigadores recomendarían al Departamento de Salud británico que cambie la ley para permitir la prescripción y dispensación de antivirales de acción directa frente al VHC en farmacias comunitarias .

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas