Gobiernos y empresas se comprometen a acelerar la ciencia y asegurar la equidad.

FUENTE: La Vanguardia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha creado una alianza global para acelerar el desarrollo de tests de diagnóstico, fármacos y vacunas contra la Covid-19 y para garantizar que todo el mundo tendrá acceso a ellos de manera equitativa.

La iniciativa Acelerador ACT fue presentada ayer conjuntamente por Tedros Adhanom (director general de la OMS), Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea), Emmanuel Macron (presidente de Francia) y Melinda Gates (copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates).

Participaron en el acto por videoconferencia otros doce gobernantes de Europa, América, África y Asia (entre ellos Pedro Sánchez), siete representantes de organizaciones filantrópicas y tres de la industria farmacéutica. Ni el Gobierno de Estados Unidos, que ha retirado su financiación a la OMS y ha pedido la dimisión de Tedros Adhanom, ni el de China se han sumado por ahora a la iniciativa.

El nombre ACT se ha elegido por las iniciales en inglés de Acceso a Herramientas para la Covid-19 y porque significa “actúa”. “El mundo necesita estas herramientas y las necesita con rapidez”, declaró Tedros Adhanom. Pero “la experiencia pasada nos ha enseñado que, incluso cuando las herramientas están disponibles, no han estado igualmente disponibles para todos; no podemos permitir que esto ocurra”, dijo en referencia a la dificultad de acceso a los fármacos antirretrovirales contra el sida hasta hace pocos años y a la falta de equidad en la distribución de las vacunas de la gripe durante la pandemia del 2009.

La iniciativa Acelerador ACT aspira a conseguir una financiación inicial de 7.500 millones de euros en una reunión de donantes dirigida por Ursula von der Leyen que se celebrará el 4 de mayo. Angela Merkel anunció ayer en su intervención que Alemania realizará una contribución “sustancial (…). Quiero urgir a todos, estén en política o en el sector privado, a ayudarnos a cerrar esta brecha de financiación” para desarrollar los tests, fármacos y vacunas necesarios para contener la epidemia.

Desde que clasificó el coronavirus como una Emergencia de Salud Pública de Alcance Internacional el 30 de enero, la OMS ha advertido repetidamente del riesgo de que la epidemia se extienda a países que no tienen los medios para contenerla. Las medidas de distanciamiento social que están frenando el virus en Europa, Norteamérica y el este de Asia no son viables en países pobres donde no se puede aislar a los enfermos y donde los ciudadanos necesitan salir a diario para obtener alimento. Si además no disponen de los avances médicos que ayudan a contener el virus en países más ricos, la epidemia amenaza con convertirse allí en una catástrofe humanitaria.

“La ciencia y la política deben alinearse con un compromiso con la equidad y la justicia”, advirtió Richard Hatchett, director ejecutivo de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI). “Si hay Covid en cualquier parte, es una amenaza en todas partes”.

“No debemos dejar a nadie atrás”, coincidió Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust. “Este virus no va a desaparecer, no es como el SARS. La única manera de
salir adelante es a través de la ciencia. Necesitamos los tests de diagnóstico, los tratamientos y las vacunas. Y necesitamos tener la capacidad de distribuirlos, no sólo de fabricarlos”.

Según destacó Tedros Adhanom, “nos enfrentamos a una amenaza común que sólo podemos derrotar con una estrategia común”.

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