El sensor inalámbrico se coloca en la garganta para controlar la tos, la fiebre y la actividad respiratoria.

FUENTE: ABC

Investigadores de la Universidad Northwestern y Shirley Ryan AbilityLab en Chicago han desarrollado un nuevo dispositivo portátil, con forma de tirita, que utiliza una serie de algoritmos de datos diseñados específicamente para detectar signos y síntomas tempranos asociados con Covid-19. El objetivo es monitorear a los pacientes a medida que la enfermedad progresa.

Sus creadores aseguran que el dispositivo, que funciona las 24 horas, los 7 días de la semana, produce flujos continuos de datos y utiliza inteligencia artificial para medir e interpretar continuamente la tos y la actividad respiratoria de formas imposibles con los sistemas de monitoreo tradicionales.

Desarrollados en un laboratorio de ingeniería en Northwestern y utilizando algoritmos personalizados creados por científicos de Shirley Ryan AbilityLab, los dispositivos ya están siendo utilizados actualmente en un estudio en Shirley Ryan AbilityLab con 25 pacientes de Covid-19 y los sanitarios que los tratan.

Aproximadamente del tamaño de un sello postal, el dispositivo suave, flexible, inalámbrico y delgado se coloca justo debajo de la muesca supraesternal, la inmersión visible en la base de la garganta. Desde esta ubicación, el dispositivo monitorea la intensidad de la tos y los patrones, los movimientos de la pared torácica (que indican respiración dificultosa o irregular), los sonidos respiratorios, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, incluida la fiebre. A partir de ahí, transmite datos de forma inalámbrica a una nube protegida por HIPAA, donde los algoritmos automatizados producen resúmenes gráficos personalizados para facilitar el monitoreo rápido y remoto.

«Los estudios más recientes publicados en el Journal of the American Medical Association sugieren que los primeros signos de una infección por Covid-19 son fiebre, tos y dificultad para respirar. Nuestro dispositivo se encuentra en la ubicación perfecta del cuerpo, la muesca supraesternal, para medir la frecuencia respiratoria, los sonidos y la actividad porque allí es donde se produce el flujo de aire cerca de la superficie de la piel. Las capacidades de medición son exclusivas de esta plataforma de dispositivo: no se pueden lograr utilizando relojes tradicionales o dispositivos de estilo de anillo que se montan en la muñeca o el dedo», explica John A. Rogers de Northwestern, que dirige el desarrollo de la tecnología.

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