América del Sur “se está convirtiendo de cierto modo en el nuevo epicentro” de la pandemia de coronavirus, ha advertido este viernes el director del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan.

FUENTE: EFE Salud

“Vemos muchos países sudamericanos que tienen una cantidad de casos en aumento y hay gran preocupación en estos países, pero el más afectado es Brasil”, dijo el alto responsable de la lucha internacional contra la COVID-19 en una rueda de prensa virtual.

Brasil tiene más de 310.000 casos confirmados de coronavirus y ha superado las 20.000 muertes.

De acuerdo a las estadísticas oficiales que maneja la OMS, los casos en el continente americano totalizan 2,22 millones, de los cuales 1,53 millones corresponden a Estados Unidos y 80.500 a Canadá.

Después de Brasil, el país con más personas infectadas en Sudamérica es Perú, que con 104.000 casos (según las cifras consolidadas de la OMS, que las autoridades nacionales elevan a 108.000) es la duodécima nación más afectada del mundo.

En relación a Brasil, país en el que centró sus comentarios, Ryan sostuvo que la OMS no respalda la decisión del Gobierno brasileño de utilizar la cloroquina y la hidroxicloroquina para el tratamiento de la COVID-19 debido a que no hay pruebas científicas que establezcan que es un medicamento seguro y eficaz contra esta enfermedad.

“Las evidencias clínicas no respaldan el uso de este medicamento y no se recomienda al menos hasta que no se tengan los resultados claros de los ensayos clínicos”, comentó.

Agregó que las investigaciones de la oficina regional de la OMS para América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tampoco han llegado a conclusiones que permitan recomendarla.

El Ministerio de Salud de Brasil publicó este miércoles, por indicación del presidente Jair Bolsonaro, un protocolo para el tratamiento de pacientes con coronavirus, que ampara el uso de la cloroquina y de la hidroxicloroquina en casos leves.

La cloroquina es un medicamento ampliamente conocido como antipalúdico y para tratar enfermedades reumáticas, y la hidroxicloroquina es su derivado (tienen los mismos componentes), pero se considera que es mejor tolerado.

Ambos forman parte del grupo de fármacos que se están investigando en numerosos países como posibles curas para la COVID-19.

Un estudio revela que la hidroxicloroquina aumenta el riesgo de muerte

Precisamente, y en relación con este tema, un amplio estudio observacional sugiere que el tratamiento con el fármaco antipalúdico cloroquina o su análogo hidroxicloroquina no ofrece ningún beneficio a los pacientes con COVID-19.

Por el contrario, el tratamiento con estos medicamentos, ya sea solo o en combinación con un tipo de antibióticos, se relaciona con un aumento de las tasas de mortalidad y un incremento de las arritmias cardíacas entre los pacientes de COVID-19 hospitalizados.

En el estudio, publicado en la revista The Lancet, se analizan datos de casi 15.000 pacientes con COVID-19 que recibieron cloroquina o su análogo, la hidroxicloroquina (ingeridos con o sin los antibióticos azitromicina o claritromicina), y datos de 81.000 pacientes control. Los pacientes son de más de 600 hospitales.

A la luz de los resultados, los investigadores sugieren que estos regímenes de tratamiento no deben utilizarse para tratar la COVID-19 fuera de los ensayos clínicos en marcha.

Se debe esperar, dicen, a que los resultados de los ensayos aleatorios estén disponibles para confirmar la seguridad y eficacia de estos medicamentos para los pacientes con COVID-19.

La cloroquina es un fármaco antipalúdico y su análogo, la hidroxicloroquina, se utiliza para tratar enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis; este último ha aparecido en los medios en los últimos días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que se lo tomaba de manera preventiva.

La cloroquina y la hidroxicloroquina tienen un buen perfil de seguridad como tratamientos para las condiciones específicas ya constatadas -como lupus- y los resultados ahora publicados no implican que los pacientes deban dejar de tomar estos medicamentos si se recetan para condiciones aprobadas, advierte un comunicado de The Lancet.

También se ha demostrado que tienen efectos antivirales en las pruebas de laboratorio y, por lo tanto, son de interés como posibles tratamientos para COVID-19, pero son necesarios más ensayos.

Mandeep R. Mehra, autor principal del estudio e investigador del Hospital Brigham de Mujeres de Boston (Estados Unidos) explica que “este es el primer estudio a gran escala que encuentra pruebas estadísticamente sólidas de que el tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes con COVID-19”.

Por el contrario, “sugiere que puede estar asociado con un mayor riesgo de problemas cardíacos graves y un mayor riesgo de mortalidad”.

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