Una correcta alimentación y la aceptación de la nueva imagen es fundamental para seguir disfrutando del día a día con normalidad

Muchas personas pueden experimentar cierta sensación de extrañeza después de una intervención quirúrgica y tener pensamientos negativos sobre los impedimentos que esto va a suponer en su día a día. Pero esto no tiene por qué ser así, todas las actividades -hacer deporte, rodearse de otras personas, trabajar o viajar- van a seguir formando parte de la persona y se pueden realizar con la incorporación de unos cambios en las rutinas. Es importante recordar que ser un paciente ostomizado no es una enfermedad, sino un cambio en la manera de funcionar del cuerpo.

 

¿Qué es la ostomía?

En un principio puede sonar impactante la palabra ostomía, sin embargo, es una apertura de una víscera al exterior a través del abdomen. La víscera que está en el exterior, llamada estoma, permite la salida de heces y gases al exterior. Debido a que ya no se podrá controlar el momento de evacuación, se coloca una bolsa alrededor del estoma para recolectar los fluidos.

Los estomas pueden variar de color al pasar un tiempo después de la operación y se localizan en diferentes puntos del abdomen según la parte del intestino o del sistema urinario afectado; en el lado izquierdo, derecho, más centrado y otros en la zona lumbar.

Como hemos mencionado previamente, las ostomías no son iguales y depende de la parte afectada. Las ostomías digestivas son colostomía (se exterioriza el colon o intestino grueso, eliminación de materia fecal) e ileostomía (se exterioriza el intestino delgado, se eliminan heces más líquidas). Además, también existen las ostomías urológicas que son la urostomía o Bricker (los uréteres quedan al exterior, se elimina orina) y la nefrostomía (se coloca un catéter -pequeño tubo- desde el riñón hasta el exterior, por lo general quedando en la parte lumbar).

Las ostomías pueden ser una solución temporal hasta que la zona del intestino pueda favorecer su recuperación. En el caso de las definitivas esta medida será permanente porque la necesidad de extirpar parte de este o su reconstrucción es imposible.

 

Tipos de bolsas

La recolección de heces y gases se realizan mediante el uso de las bolsas, que se colocan alrededor del estoma o abertura debido a la falta de control de la evacuación.

Las bolsas tienen varias partes, el adhesivo que se pega a la piel junto a la bolsa y un filtro que evitar los olores. Las bolsas pueden ser cerradas (de un solo uso) o abiertas (varios usos). Las cerradas son aquellas que no se pueden vaciar por lo que se retiran cuando se llenan, comunes en colostomía ya que las heces son más sólidas. En cambio, las abiertas tienen una pequeña abertura en la parte inferior que permite el vaciado, más frecuentes en ileostomías y algunos casos de colostomías, cuando las heces son más líquidas. Independientemente del tipo de bolsa que tengas, puede ser de una (la bolsa y el adhesivo van unidos) o dos piezas (adhesivo y bolsa van por separado).

Por supuesto, el tipo de bolsa depende de las necesidades que se tengan, ya que la consistencia y frecuencia de cambios es crucial. El equipo sanitario informará al paciente de las opciones disponibles y elegirá la bolsa que se ajuste con mayor exactitud al estoma para que no se despegue, sea cómoda, discreta y mantenga la piel sana.

 

Alimentación

Al igual que en la mayoría de las condiciones, la dieta es un factor importante que se debe adaptar a las nuevas necesidades, aunque sin condicionar en exceso lo que se come.

Como recomendaciones postoperatorias es importante:

  • Masticar adecuadamente los alimentos.
  • Realizar comidas con más frecuencia y menor cantidad.
  • No introducir todos los alimentos bruscamente y evita los más pesados o con mayor cantidad de fibra.
  • Evitar temperaturas extremas.
  • Beber 1,5 L de agua diarios y entre comidas, prestando especial atención cuando es ileostomía, ya que es más propenso a la deshidratación.
  • Evitar las bebidas con gas o azucaradas.

Además, según el tipo de ostomía se pueden experimentar cambios, por lo que es conveniente saber el efecto de los alimentos en las heces y fluidos. A continuación, se incluyen algunos ejemplos:

  • Alimentos que pueden espesar las heces: patatas, salvado de avena, arroz, tapioca, plátano y pasta.
  • Alimentos que pueden diluir las heces: legumbres, zumos, verduras, frutas, pan y cereales integrales.
  • Alimentos que producen gases: bebidas carbonatadas, legumbres y verduras (brócoli, coles de Bruselas, coliflor, repollo…).
  • Alimentos que pueden reducir los malos olores: perejil, yogur, cítricos, queso fresco, cuajada y la mantequilla.
  • Alimentos que producen mal olor: crucíferas (brócoli, coles de Bruselas, coliflor, repollo…), cebollas, ajo, legumbres, espárragos y algunos quesos.

En cuanto a las personas con ostomías digestivas, tienen unas necesidades especiales poco rigurosas y fáciles de seguir. Para personas con colostomía debe ser como la alimentación de cualquier otra persona, sana y equilibrada, evitando episodios de estreñimiento o diarrea. En cambio, las personas con ileostomías conviene que lleven una dieta sin residuo (baja en fibra), reduciendo el consumo de frutas y verduras para incrementar la consistencia de las heces y que sean menos agresivas para la piel.

 

Aceptación de la nueva imagen

Este es el punto más importante del que se debe ser más consciente: la aceptación de la nueva imagen corporal. Muchas personas se preguntan a diario ¿la gente puede ver la bolsa de ostomía? Pero debemos comprender que es como la cicatriz que ha quedado después de la operación, con la diferencia de que se produce un orificio.

Aprender a aceptar la nueva imagen corporal es parte de la recuperación de la operación. Para conseguirlo recomendamos seguir los siguientes consejos MICOF:

  • Mira la zona afectada de forma indirecta, observando dibujos, fotos de otras personas.
  • Acostúmbrate a tocar la zona y nuevas sensaciones que puedes experimentar al mover el cuerpo.
  • Obsérvate en el espejo, desde la zona afectada hasta el cuerpo entero.
  • Poco a poco exponte ante otras personas en distintas situaciones.
  • Ir enfrentándote a distintas situaciones sociales de forma gradual.

 

FUENTES:

  1. Guía práctica para personas ostomizadas. Fundación ayúdate.
  2. Guía para el ostomizado. Castilla y León.
  3. Vivir con una ostomía. Junta de Andalucía, Consejería de Salud.
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