Seguimos con la serie de artículos sobre reacciones adversas oculares a medicamentos (RAM), que se inició con RAM de medicamentos del tracto alimentario y metabolismo y continuó con RAM de antiinfecciosos y antiparasitarios. En este tercer artículo, se van a tratar los posibles efectos adversos a nivel ocular que pueden causar los diferentes antiinflamatorios no esteroideos (AINES), mientras que el próximo se centrará en aquellas RAM producidas por antidepresivos.

Alteraciones visuales

Una RAM frecuente en los AINES son las alteraciones visuales, en las que se engloban un gran número de manifestaciones, como, por ejemplo: trastorno de la visión de los colores y la agudeza visual.

Estos AINES son:

  • Arilpropionicos: dexibuprofeno, ibuprofeno y naproxeno.
  • Oxicamas: lornoxicam y meloxicam.
  • Derivados arilacéticos: nabumetona.

Sin embargo, a pesar de que el concepto de alteraciones visuales engloba tanto a la visión borrosa como a la diplopía, estas no se han incluido dentro del mismo, debido precisamente a que en las fichas técnicas proporcionadas por los laboratorios farmacéuticos han considerado que son más frecuentes que otros tipos y, además, en ocasiones aparecen sin acompañamiento de otras alteraciones visuales.

Diplopía y visión borrosa

La diplopía (visión doble) puede aparecer como RAM en el grupo de los arilacéticos (diclofenaco y ketorolaco), ibuprofeno e indometacina. Por otro lado, la visión borrosa es la RAM que aparece con mayor frecuencia en los AINES; consiste en la pérdida de agudeza visual (se pierde la capacidad de percibir pequeños detalles como el contorno de los objetos o la distancia entre estos).

Los AINES mencionados a continuación tienen más probabilidades de provocar visión borrosa:

  • Coxibs: celecoxib y etoricoxib.
  • Arilpropinicos: ketoprofeno, dexketoprofeno y dexibuprofeno.
  • Arilacético: ketorolaco y diclofenaco.
  • Oxicamas y análogos: meloxicam, piroxicam y tenoxicam.
  • Indolacéticos: indometacina.

Otros efectos

La indometacina es el AINE que más efectos nocivos puede provocar respecto a otros: visión borrosa y diplopía, alteraciones en los vasos sanguíneos retinianos (retinopatía), sensibilidad a la luz (fotofobia) y pérdida de transparencia de la córnea (opacidad ocular). Por su parte, el lornoxicam y meloxicam, pertenecientes al grupo de los oxicamas, así como el etoricoxib, en ocasiones pueden producir una inflamación de la conjuntiva ocular, denominada conjuntivitis como RAM.

En cuanto al ácido acetilsalicílico, puede provocar hemorragias, en el que hay una salida de sangre del espacio intravascular al espacio extravascular. Las hemorragias oculares no resultan graves ya que no se da una pérdida de gran cantidad de sangre y no suelen comprometer la visión.

Asimismo, los oxicamas y sus análogos -piroxicam y tenoxicam- pueden dar como RAM la acumulación de líquido extracelular en el párpado (edema palpebral), como consecuencia de la laxitud de los tejidos que lo constituyen.

Tras el uso de ciertos AINES pertenecientes a los arilacéticos (diclofenaco), arilpropinicos (flurbiprofeno) y oxicamas y análogos (piroxicam) es posible que se observe quemazón u hormigueo a nivel ocular.

Por último, otra RAM que aparece con menor frecuencia es la irritación ocular, en la que se experimenta una sensación de picor y un incremento de la secreción lagrimal; esta puede surgir por la administración del fármaco tenoxicam (oxicamas y análogos).

 

 

FUENTE: Cartel de Reacciones Adversas Oculares de los Antiinflamatorios No Esteroideos AINES. Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia.

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