La resistencia de las bacterias frente a los antibióticos provoca la ineficacia de los medicamentos causando miles de muertes evitables

Llega el otoño y con él los virus circulantes causantes del moqueo que nos lleva directos a nuestra farmacia. Desde luego, es imprescindible que recordemos no solicitar antibióticos cuando experimentemos los primeros síntomas del resfriado, no porque te vayan a dispensar un medicamento inadecuado y peligroso para tu salud, sino para evitarnos algún que otro dolor de cabeza seguido de una reprimenda por parte de nuestro farmacéutico. Ahora lo explicamos por partes.

En primer lugar, el farmacéutico no te dispensará un antibiótico ya que está indicado para otros microorganismos distintos de los virus, es decir, cuando tengas una infección causada por bacterias. Asimismo, es imprescindible una receta médica para su dispensación, con lo cual no podrás comprar el medicamento sin antes pasar por tu médico. En segundo lugar, el farmacéutico es posible que te suelte un sermón justificadamente por el hecho de que estos fármacos, aunque sirven para tratar otro tipo de infecciones -este no sería el caso-, un mal uso induce a la producción de superbacterias.

 

Superbacterias, ¿bacterias con capa?

A diferencia de lo que algunas personas creen, los humanos y animales no se vuelven resistentes, pero sí las bacterias que portamos. Las superbacterias aunque no llevan capa, se les otorga este nombre por el hecho de que se vuelven resistentes a los medicamentos antibióticos que se han utilizado para reducir las infecciones causadas por estas. ¿Cómo hemos llegado a este punto? Se resume, en una palabra: supervivencia.

Para la supervivencia de las bacterias, estos organismos unicelulares sufren un proceso evolutivo en el que, a través de mutaciones, son capaces de combatir el efecto de los mecanismos de uno o varios antibióticos. Este proceso no es nuevo y aquellos patógenos suponen una gran amenaza para la salud mundial de las personas, especialmente para los inmunocomprometidos (enfermos de VIH, trasplantados, etc.).

¿Cuáles son las formas en las que las bacterias se vuelvan resistentes? Los mecanismos de resistencia de las bacterias fundamentalmente son: la inactivación del antibiótico por las proteínas producidas por las bacterias, las modificaciones en las estructuras, así como de su material genético. Asimismo, algunas bacterias no solamente desarrollan un tipo de resistencia, sino que mediante diversos mecanismos son multirresistentes. Estas mutaciones se van transmitiendo de unas cepas a otras y entre diferentes generaciones convirtiéndose finalmente en temibles superbacterias.

Bacterias multirresistentes: lugares y consecuencias futuras.

Las bacterias multirresistentes se pueden propagar en diferentes puntos a nivel comunitario. Puntos en los que se puede propagar:

  • Animales y ganadería. Esto sucede ya que, al igual que los humanos, los animales (tanto domésticos como en ganadería) también reciben tratamientos antibióticos y, por tanto, pueden ser portadores de bacterias resistentes.
  • Vegetales y agricultura. Para la fertilización de las plantas (tanto para huertos privados como en agricultura) son necesarias las heces de los animales, por lo que el uso de este abono también puede contaminar las plantas con las bacterias resistentes que los animales portan.
  • Alimentos. Por tanto, las bacterias pueden propagarse a los humanos a través de los alimentos (cárnicos y vegetales).
  • Entre personas. Tras la infección de una persona, permanecer en contacto con esta puede transmitírtelo a ti y a otras personas u objetos que una vez los coja otra persona y no se lave las manos podría infectarse. En una mayor escala, los hospitales y los centros de salud son el mayor caldo de cultivo.

Las resistencias a los antibióticos están alcanzando niveles peligrosos para la salud. Como consecuencia de las resistencias se prevé que, si seguimos administrando los antibióticos al ritmo actual, cualquier infección bacteriana que hoy consideramos corriente podría suponer una sentencia de muerte.

 

¿Cómo puedo contribuir a prevenir y controlar la propagación de la resistencia de los antibióticos?

Hasta el momento, queda claro que el uso abusivo de los antibióticos puede causar resistencias a este grupo de medicamentos. Como ciudadanos, ¿qué podemos aportar para poder evitar este futuro de antibióticos sin efecto? Para evitarlo, se debe hacer un correcto uso de los antibióticos.

Para que quede claro, no, ni el resfriado ni la gripe -ambos causados por un agente vírico- se deben tratar con antibióticos. De ahí la famosa frase de “los resfriados/gripe se curan a los 7 días tras el tratamiento con antibióticos y sin estos, en una semana” que nos viene a recordar que no tienen efecto alguno. Además de que estos medicamentos no son efectivos, pueden provocar desagradables reacciones adversas como diarrea, náuseas o erupción cutánea.

En cambio, si te prescriben un tratamiento antimicrobiano, sigue la pauta posológica y finaliza completamente el tratamiento antibiótico, incluso aunque hayan desaparecido los síntomas. Mientras que, si tienes signos de infección bacteriana, como por ejemplo de orina, será necesario un análisis de orina para asegurar que se trata de ello y, por tanto, acudir al médico. Bajo ningún concepto te debes automedicar, por tanto, solamente haz uso de estos medicamentos cuando te los prescriba el facultativo y no los solicites por tu cuenta en tu farmacia. Además, en caso de tener tratamientos anteriores de antibiótico, deposítalos en el punto SIGRE de tu farmacia.

Otra forma de prevenir la resistencia es evitar infecciones a través de prácticas cuotidianas. Para ello podemos contribuir lavándonos las manos frecuentemente, preparando alimentos en condiciones higiénicas, manteniendo relaciones sexuales con el uso de medidas de protección, evitando el contacto con enfermos para reducir la propagación y siguiendo el calendario de vacunación.

En cuanto a la preparación de alimentos, la pauta higiénica se basa en 4 puntos clave: asegura la limpieza, separa los alimentos crudos de los cocinados, cocina hasta la completa cocción de los alimentos alcanzando una temperatura segura y haz uso de agua y alimentos inocuos.

 

Esperamos que, a partir de este blog, apliques cambios en tu día a día para evitar la producción de resistencia de antibióticos; y en caso de tener dudas, las resuelvas con tu farmacéutico, el profesional sanitario especialista en los medicamentos.

 

FUENTES:

  1. Estrategia mundial de la OMS para contener la resistencia a los antimicrobianos. Organización Mundial de la Salud.
  2. Resistencia a los antibióticos. Organización Mundial de la Salud.
  3. Martínez-Martínez L., Calvo J. Desarrollo de las resistencias a los antibióticos: causas, consecuencias y su importancia para la salud pública. Enfermedades infecciosas y microbiología clínica.
  4. Plan Nacional Resistencia Antibióticos (PRAN).
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