Investigadores han encontrado una señal que el feto usa para controlar el suministro de nutrientes de la placenta..

Fuente: 20 Minutos

¿Cómo obtiene el feto los nutrientes de la placenta y cómo los usa? ¿Qué relación guarda con los genes del padre o de la madre? Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha identificado una señal clave que el feto emplea para controlar el suministro de nutrientes de la placenta y que podría explicar por qué algunos bebés crecen mal en el útero.

Para poder crecer, el feto envía señales a su madre con la necesidad de recibir alimentos y los recibe a través de los vasos sanguíneos de la placenta. Sin embargo, "entre el 10% y el 15% de los bebés crecen mal en el útero y, a menudo, muestran un crecimiento reducido de los vasos sanguíneos en la placenta", explican los autores en un comunicado.

Señales del feto para obtener nutrientes

Mediante esta investigación, que ha sido publicada en la revista 'Developmental Cell', los investigadores trataron de mostrar cómo el feto produce esta señal para estimular la expansión de los vasos sanguíneos en la placenta y permitir que obtenga nutrientes. Para ello, utilizaron ratones modificados genéticamente porque pueden imitar las condiciones de desarrollo del feto por su fisiología y biología.

"Hemos identificado una forma que utiliza el feto para comunicarse con la placenta para provocar la expansión correcta de estos vasos sanguíneos. Cuando esta comunicación se interrumpe, los vasos sanguíneos no se desarrollan correctamente y el bebé tendrá dificultades para obtener toda la comida que necesita", explica el autor principal del estudio, el doctor Ionel Sandovici.

¿Cómo se comunica el feto con la madre?

Uno de los hallazgos más sorprendes fue que el feto enviaba una señal conocida como IGF2 a través del cordón umbilical para llegar a la placenta. "En los seres humanos, los niveles de IGF2 en el cordón umbilical aumentan progresivamente entre las 29 semanas de gestación y el término", explican.

En este sentido, un nivel elevado de IGF2 se asocia con demasiado crecimiento, mientras que una cantidad insuficiente de IGF2 se asocia con muy poco crecimiento. "Los bebés que son demasiado grandes o demasiado pequeños tienen más probabilidades de sufrir o incluso morir al nacer y tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes y problemas cardíacos en la edad adulta".

Los resultados obtenidos de esta investigación permitirán comprender mejor cómo el feto, la placenta y la madre se comunican durante el embarazo, y así promover el desarrollo normal de la vasculatura en la placenta.

Una batalla entre los genes de la madre y del padre

"Una teoría sobre los genes impresos es que los genes expresados por el padre son codiciosos y egoístas. Quieren extraer la mayor cantidad de recursos posible de la madre. Pero los genes expresados por la madre actúan como contramedidas para equilibrar estas demandas", detalla otro de los autores, el doctor Miguel Constância.

En este estudio, se ha podido comprobar como el gen paterno "impulsa las demandas del feto de vasos sanguíneos más grandes y más nutrientes, mientras que el gen de la madre en la placenta intenta controlar la cantidad de alimento que proporciona".

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