Con frecuencia pasa desapercibida para las personas cercanas y quienes la padecen, por regla general, restan importancia a sus propias emociones.

Fuente: 20 Minutos

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud la depresión es, a día de hoy, en trastorno mental más común. Se estima que en todo el mundo la padece el 5% de los adultos, es la principal causa de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de la morbilidad.

Pero, ¿es posible estar deprimido y al mismo tiempo mostrar al mundo una cara alegre, incluso sonriente, y la sensación de que se maneja la vida diaria sin problema? A pesar de ser un término bastante desconocido y de no casar con lo que la mayoría de la gente asocia a un estado depresivo la llamada ‘depresión sonriente’ es una realidad para muchas personas que la sufren, además, de forma silenciosa.

Según explica la psicóloga clínica norteamericana y especialista en esta dolencia mental Rita Labeaune en un artículo publicado en el portal Psychology Today, las personas que sufren depresión sonriente “aparentan estar felices ante los demás, literalmente sonriendo mientras que por dentro están sufriendo de síntomas depresivos”.

Para la experta, esto la convierte en una enfermedad más peligrosa que la depresión al uso ya que con frecuencia pasa desapercibida para las personas que rodean a quien la sufre y porque aquellos quienes la padecen, por regla general, restan importancia a sus propias emociones y las dejan de lado. “Puede que ni siquiera sean conscientes de su depresión o no quieran reconocer sus síntomas por miedo a ser considerados como débiles”, añade.

La psicóloga asemeja la depresión sonriente con una máscara, ya que quien la sufre no suele mostrar una sola pista de su problema al mundo exterior. “Con frecuencia mantienen un trabajo de tiempo completo, dirigen una casa, participan en deportes y tienen una vida social bastante activa. Con su máscara puesta, todo parece genial, a veces incluso perfecto. Sin embargo, debajo de la máscara están sufriendo de tristeza, ataques de pánico, baja autoestima, insomnio y, en algunos casos, pensamientos suicidas”.

¿Qué ocurre cuando la persona que padece la depresión sonriente toma esta postura? Uno de los grandes problemas de no expresar lo que se está sintiendo es que crea un estado de mayor de aislamiento, no cuenta con el apoyo de su círculo y esto puede hacer que el problema siga creciendo.

¿Cómo podemos distinguir entonces si una persona de nuestro entorno está pasando por una depresión sonriente? Es importante recalcar que es una enfermedad difícil de diagnosticar y tratar porque la realidad aparece ‘falseada’.

De cara a la galería se muestra felicidad pero las emociones reales permanecen ocultas. Quien la sufre no suele alterar sus rutinas ni expresa a los demás lo que siente y, además, suele aparecer en personas que aparentemente no tienen motivos evidentes para estar tristes: tienen un buen trabajo, casa, amigos, vida familiar... Sin embargo, hay una serie de síntomas que, según los expertos, pueden delatar lo que esa persona está pasando realmente en su interior.

  • Son personas a las que cuando se les pregunta si están bien o cómo se encuentran suele responder con excesiva severidad, afirmando que no le pasa nada y que no tiene ningún problema.
  • Se mantienen muy activas, ocupando todo su tiempo en trabajar, volcarse en las necesidades de su entorno y buscarse nuevos hobbies u objetivos a conseguir. Este sería un mecanismo de huida de sus sentimientos negativos y problemas.
  • Su apetito aumenta o disminuye. De hecho, muchos expertos señalan la relación entre la depresión y los trastornos de la conducta alimentaria.
  • Tienen una baja autoestima, por lo que buscan exageradamente la aceptación de los demás.
  • Presentan especial susceptibilidad a las críticas, lo que puede acabar afectando a sus relaciones laborales y personales.
  • Presentan problemas de sueño, como insomnio o hipersomnia.
  • Elevan su nivel de autoexigencia, se enfrentan a todas las responsabilidades y quieren estar en todas las situaciones.
  • No son capaces de expresar algo que no sea felicidad y todo siempre va bien en su vida.

¿Cuál es el tratamiento adecuado? La depresión, incluida la sonriente, es uno de los problemas de salud mental más tratables por lo que a través de terapia o psicoterapia es posible conseguir buenos resultados. Lo importante, según indica Labeaune, es que aquellos que la estén padeciendo estén predispuestos a iniciar el tratamiento y contar con el apoyo de su entorno: “Una persona sufriendo de depresión sonriente podría negarlo o incluso molestarse cuando alguien cercano se lo mencione, esto es normal. Con frecuencia, la gente no está consciente de la depresión sonriente y la palabra depresión puede sonarles extrema. Hay que tener en cuenta que podrían considerar pedir ayuda como una señal de debilidad o algo que solamente necesita la gente sumamente alterada”.

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