Falta de higiene, alargar su tiempo de empleo... Así maltratamos nuestros ojos con un mal uso de estos dispositvos

Fuente: El Mundo

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, un 63% de la población española mayor de 15 años utiliza a diario gafas o lentes de contacto para corregir su visión. Pero en el artículo de hoy no voy a hablarles de las gafas, vamos a centrarnos en las lentillas ya que requieren un especial cuidado en su manejo para evitar que su uso acabe siendo un problema para nuestra salud visual.

Se estima que más de tres millones de españoles las usamos a diario. Si usted también es uno de ellos este artículo le interesa, ya que evitará que cometa alguno de los seis errores principales.

1. FALTA DE HIGIENE ADECUADA

Todas las lentes de contacto, blandas y duras, necesitan un cuidado y mantenimiento diario. Las únicas que se libran, por razones obvias, son las de un solo día ya que al final de la jornada se van directamente a la basura.

Debemos cambiar cada día el líquido de las lentillas, ya que pierde sus propiedades desinfectantes y conservantes y esto pone en riesgo nuestra salud ocular, y no debemos nunca sustituirlo por agua del grifo o saliva ya que los microorganismos pasarán directamente a las lentes y de ahí al ojo. Si un día nos hemos quedado sin líquido, podemos sustituirlo puntualmente por lágrimas artificiales.

Ah, y antes de manipular las lentillas siempre debemos lavarnos las manos con agua y jabón.

2. MAL USO DEL ESTUCHE PORTALENTILLAS

No solo debemos prestar atención a las lentes de contacto, también al estuche donde las guardamos. De vez en cuando debemos cambiarlo por otro nuevo, y a diario tenemos que dejarlo libre de líquido y secándose al aire antes de volver a usarlo. Si no lo hacemos de este modo corremos el riesgo de que se acabe convirtiendo en un espacio lleno de bacterias y virus que nos pueden llevar a una infección ocular.

3. DORMIR CON LAS LENTILLAS PUESTAS

Si usa lentes de contacto con frecuencia, seguro que en alguna ocasión por despiste se ha quedado dormido con ellas puestas y al despertar notaba los ojos secos, picor y estaban enrojecidos por la falta de oxigenación de la córnea.

Si le ha sucedido no las retire directamente al despertar ya que el riesgo de que se produzcan erosiones corneales es alto, deposite varias lágrimas artificiales sobre los ojos y retire las lentillas pasados unos minutos. Y, por el bien de sus ojos, intente que esto no le vuelva a suceder.

4. ALARGAR LA VIDA DE LAS LENTILLAS

Las lentillas caducan, sí, igual que sucede con los alimentos, pero no siempre le damos la importancia adecuada a este aspecto y mucha gente extiende su uso más allá de lo establecido por el fabricante. Los materiales de que están hechas pierden ciertas propiedades con el uso, y esto puede provocarnos irritación ocular, picor o incluso una infección en los peores casos.

5. NADAR CON ELLAS PUESTAS

Cuando nos duchemos o cuando vayamos al mar o a la piscina no es aconsejable llevar las lentillas puestas. La razón es que seremos más vulnerables a una infección ocular por las bacterias presentes en el agua y porque la lentilla puede verse afectada por alguna partícula de jabón. Siempre podemos optar por gafas de bucear graduadas o por lentillas de un solo uso.

6. CUIDADO CON EL MAQUILLAJE

Si vamos a maquillarnos debemos tener la precaución de ponernos las lentillas siempre antes de empezar. Y cuando llegue el momento de desmaquillarse, retiraremos las lentes de contacto antes de comenzar. Todo para evitar arrastrar productos de maquillaje al interior del ojo.

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