La artritis psoriásica es más común en adultos, pero también puede afectar a niños.

Fuente: 20 Minutos

La artritis es una enfermedad que provoca hinchazón en las articulaciones, mientras que la psoriasis afecta a la piel causando lesiones escamosas que pican. Sin embargo, ¿es posible que estas dos enfermedades se den al mismo tiempo? En esto consiste la artritis psoriásica que afecta hasta al 30% de los pacientes con psoriasis, según la organización Artritis Psoriásica.

¿Qué es la artritis psoriásica?

La artritis psoriásica suele aparecer años después del diagnóstico de la psoriasis, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN). Además de las lesiones en la piel, aparece una reacción inflamatoria en las articulaciones que está relacionada con esa enfermedad de la piel. No obstante, hay casos en los que la inflamación aparece antes que las lesiones o, incluso, al mismo tiempo.

Esta enfermedad es crónica, esto quiere decir que el paciente deberá convivir con ella durante toda su vida. Por este motivo, y dado que va a empeorar, resulta fundamental un diagnóstico precoz de la enfermedad para iniciar un tratamiento que pueda mejorar su calidad de vida. Para ello, el primer paso, es identificar el tipo de artritis psoriásica que se tiene. Según la organización Artritis Psoriásica esta puede ser de 3 tipos diferentes:

  • Axial: la afectación se concentra en la columna vertebral.
  • Periférica: aparece en todo el cuerpo, excepto en la columna.
  • Mixta: impacta tanto en la columna como en el cuerpo en general.

¿Cuáles son los síntomas de la artritis psoriásica?

La sintomatología habitual de la artritis psoriásica suele cursar con hinchazón en los dedos de los pies y de las manos, aunque esto también puede ocurrir en otras partes del cuerpo. Además, es característico la aparición de rigidez, sobre todo, al levantarse por las mañanas. No poder moverse con agilidad o tener dificultades para cerrar y abrir las manos es un síntoma de la artritis psoriásica.

Otros síntomas son las lesiones en las uñas, la piel (incluso con afectación en el cuero cabelludo), placas enrojecidas, inflamación de los ojos (uveítis) o dolor en la zona de la espalda. Las posibilidades de sufrir artritis psoriásica si alguien de la familia la padece son altas. No obstante, estamos ante una enfermedad autoinmune que todavía genera muchas dudas entre los expertos.

¿Hay tratamiento para la artritis psoriásica?

En la actualidad hay tratamiento para la artritis psoriásica que se centra en mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos son esenciales, tal y como indica la CUN, aunque se suelen combinar con inmunodepresores. Asimismo, explican que la fisioterapia también ayuda mucho a los pacientes con esta enfermedad.

Igualmente, puede haber casos en los que una articulación puede encontrarse gravemente dañada, sobre todo si no hay un tratamiento óptimo. En estas situaciones se puede necesitar un reemplazo de dicha articulación, aunque no es habitual llegar a estos extremos. Con medicación y fisioterapia la artritis psoriásica se puede mantener en gran medida controlada.

La artritis psoriásica la pueden sufrir niños, aunque es más común en mujeres y hombres adultos a partir de los 30 años. Tener en cuenta los síntomas expuestos anteriormente es fundamental para recibir un diagnóstico temprano y poder empezar con un tratamiento que impida que esta enfermedad comience a restar calidad de vida, pues todavía no hay cura para ella.

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