Ni el bicarbonato ni el agua oxigenada tienen un efecto blanqueador sobre el esmalte, pero pueden irritar las encías.

Fuente: 20 Minutos

¿Es usted uno de los millones de personas que creen que el mejor lugar para guardar el cepillo de dientes es el baño? Pues bienvenido al club de los que durante años nos hemos creído uno de los ‘mitos dentales’ más extendidos. Aunque no lo parezca, son muchas las leyendas urbanas sobre los dientes que proliferan y pueden poner en peligro nuestra sonrisa. Repasamos algunas de las más populares junto a la doctora Laura Obradors, directora de una de las clínicas dentales Abaden.

El mejor lugar para guardar el cepillo de dientes es el baño

Casi con toda seguridad en el 100% de los hogares el cepillo de dientes se guarda en un vaso o un soporte junto al lavabo. Sin embargo, el baño es un lugar repleto de bacterias y las cerdas húmedas del cepillo, uno de los entornos más propicios para la proliferación de estas. Dejar el cepillo de dientes en el baño es sin duda lo más cómodo pero no lo más higiénico.

¿Qué nos recomienda la experta para aunar comodidad e higiene? “Bajar la tapa del inodoro al tirar de la cadena y no tapar el cepillo con su funda nada más haberlo usado son algunas medidas para mantener las bacterias lo más alejadas posible”. Tomen nota.

Las caries en los dientes de leche no tienen importancia

Creer que porque los dientes de leche se van a caer no es necesario cuidarlos ni realizar empastes en caso de caries es un craso error. Una caries en un diente de leche afecta tanto a esa diente como al que está por venir.

“Las caries infantiles pueden provocar la caída temprana de los dientes, lo que altera el proceso de erupción de la dentición definitiva y ocasiona futuros problemas en la posición de las piezas dentales”, advierte la especialista.

Conviene recordar que debajo de los dientes de leche están los definitivos y cualquier lesión o infección puede afectarles.

El bicarbonato y el agua oxigenada son buenos para blanquear los dientes

Error. Ni el bicarbonato ni el agua oxigenada tienen efecto blanqueador sobre el esmalte. Sin embargo, tanto uno como otro son muy abrasivos para las mucosas de la boca (encías), por lo que pueden irritarlas o quemarlas. El uso de ambos productos está totalmente desaconsejado por la experta.

Los cepillos de dientes duros limpian mejor que los blandos

Según la doctora Obradors: “Todos los cepillos de dientes son igual de efectivos y funcionan de la misma manera”. Sin embargo, la especialista aclara que, en algunas ocasiones, los dentistas recomiendan el uso de un cepillo de cerdas suaves.

“Hay pacientes que tienden a realizar un cepillado muy fuerte o agresivo. En estos casos, además de recomendar la eliminación del hábito, aconsejamos la utilización de un cepillo de cerdas suaves”. En caso contrario, señala la odontóloga, se pueden ocasionar heridas o recesiones de encías.

Es normal perder dientes con la edad

Rotundamente falso además de peligroso creérselo. “Los dientes no se caen por el mero hecho de que una persona sea mayor”, insiste la doctora Obradors. En realidad la forma más habitual de perder las piezas dentales es por una enfermedad periodontal llamada periodontitis o coloquialmente piorrea. Una adecuada higiene dental es la mejor manera de prevenirla.

Durante el embarazo se pueden caer los dientes por falta de calcio

Una cosa es que durante el embarazo las necesidades de calcio sean mayores y otra muy distinta que los dientes se se caigan por el déficit nutricional que pueda tener una embarazada. Sin embargo, sí pueden hacerlo por los cambios hormonales que afectan especialmente a las encías y puede provocar la enfermedad periodontal.

“El común denominador para padecer una enfermedad periodontal es la falta de higiene. Por ello, si la mujer se cepilla los dientes después de cada comida no debe temer a dicha patología. Y, mucho menos, preocuparse por si se le caen los dientes”, tranquiliza la odontóloga.

Si las encías sangran hay que dejar de cepillarse

Nada más lejos de la realidad. Cuando las encías sangran se debe, fundamentalmente, a una enfermedad llamada gingivitis, que se produce como consecuencia de una falta de higiene. Por lo tanto, la especialista propone aumentar la frecuencia del cepillado y acudir al dentista para realizar una limpieza bucodental.

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