Normalmente es el resultado de la obstrucción de las glándulas sebáceas situadas bajo las pestañas.

Fuente: 20 Minutos

Las enfermedades que afectan a nuestros ojos pueden resultar muy incómodas, ya que se trata de una parte muy sensible de nuestro cuerpo que además es responsable de uno de los sentidos principales en nuestro modo de vida actual.

¿Qué es la blefaritis y por qué aparece?

Este es el caso de la blefaritis, una condición que consiste en la inflamación del párpado. Normalmente se da a lo largo de sus bordes, y en muchos casos es bilateral (afecta a ambos ojos).

Habitualmente, recoge la estadounidense Clínica Mayo, se debe a que se producen obstrucciones en las pequeñas glándulas sebáceas situadas en la base de las pestañas (de manera similar a lo que sucede cuando nos sale un grano en la piel). Esto, a su vez, puede deberse a varias causas: dermatitis seborreica, una infección, una disfunción mecánica de estas glándulas, rosácea, alergias, ácaros o parásitos en los ojos, excesiva sequedad...

¿Cuáles son sus síntomas?

Normalmente, los peores síntomas de la blefaritis se dan por la mañana, y pueden incluir:

  • Ojos llorosos.
  • Ojos rojos.
  • Sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, ardor en los ojos.
  • Párpados de aspecto graso.
  • Picazón en los párpados.
  • Párpados rojos e hinchados.
  • Descamación de la piel que rodea los ojos.
  • Pestañas con costras.
  • Párpados pegados.
  • Mayor frecuencia de parpadeo.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Visión borrosa que suele mejorar con el parpadeo.

En ocasiones, y especialmente sin tratamiento, la blefaritis puede causar complicaciones como caída o desviación de las pestañas, problemas en la piel de los párpados, ojos secos, lagrimeo excesivo, orzuelo, chalazión, conjuntivitis crónica o lesión en la córnea.

¿Cómo se trata?

En ocasiones, simplemente tomar algunas medidas de cuidado e higiene personal son suficientes para tratar la blefaritis; estas podrían comprender el uso de compresas calientes y el lavado de los ojos.

Cuando esto no baste, lo ideal es consultar con un profesional. En casos de blefaritis que no remitan por si solos o con medidas sencillas, el médico podría prescribir antibióticos (si se debe a una infección bacteriana), antiinflamatorios o medicamentos para el sistema inmunitario. Es importante tener en cuenta que, si existe una causa subyacente para el problema, probablemente será preciso tratarla para que las molestias desaparezcan completamente.

Aún con todo, hay que tener en cuenta que la blefaritis es crónica en muchas personas y requiere de cuidados diarios para lograr mantener los síntomas a raya.

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