Durante las navidades las comidas son las grandes protagonistas y eso es especialmente complicado para las personas diagnosticadas con algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).

Fuente: EFE Salud

Si algo está presente durante las navidades son las numerosas reuniones donde la comida acapara toda la atención, lo que puede convertirse en un auténtico calvario para las personas que padecen algún TCA, ya sea anorexia, bulimia, trastorno por atracón o cualquier otro.

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son patologías de la salud mental que se manifiestan a través de distintos síntomas y obsesiones que están relacionados con la comida y la imagen corporal.

Tal y como señala el Instituto Centta, en la base de los TCA se encuentran problemas psicológicos y dificultades relacionales profundas.

Este tipo de trastornos no son fruto de la superficialidad ni de la vanidad, sino que representan un verdadero sufrimiento para las personas que los padecen.

“El principal desencadenante de un TCA es el comiendo de una dieta restrictiva con una motivación estética. Esto unido a otros factores como una baja autoestima, perfeccionismo, inseguridad, baja tolerancia a la frustración o impulsividad genera el caldo de cultivo apropiado para que se manifieste la patología”, explica Adriana Esteban, psicóloga de la Unidad de TCA en Instituto Centta.

Ante esta situación: ¿Cómo podemos actuar?

La doctora Marina Díaz Marsá, jefa de la Unidad de TCA del Hospital Clínico San Carlos, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y directora de la Clínica Sommos de Madrid, aclara que durante las celebraciones de las navidades la ansiedad intensa está muy presente en estos pacientes.

“Para ellos supone una especie de tortura. Las personas con TCA presentan gran ansiedad ante las ingestas que no controlan y también porque tienen que comer con personas que, muchas veces, no son de su confianza. Además, la comida es mucho ms abundante y apetecible, y se incorporan dulces y otros alimentos con los que tienen que lidiar”, apunta.

De esta manera, la doctora Marsá recomienda que los familiares hablen con ellos de las situaciones a las que se van a enfrentar:

  • Cuándo y con quién se va a comer.
  • Los pacientes no deben ser partícipes de los preparativos de las comidas.
  • Deben preparar un plan de apoyo y evitar dejar muchos alimentos disponibles en el entorno.
  • Establecer temas de conversación que no giren en torno a la comida.
  • Evitar sobremesas muy largas.
  • Es importante ser amables, sonreír y generar emociones positivas en la mesa.
  • Tener paciencia, no olvidar que están atravesando por una enfermedad.

¿Qué hacer?

Por su parte, Elena Toledano, nutricionista del Instituto Centta, ofrece algunas pautas para que la familia se convierta en un espacio nutritivo y protector para la persona.

Saber cómo actuar y crear un entorno donde se sientan cómodos y sin presión, es muy importante.

La nutricionista señala como consejos:

  • Permitir que sean esas personas quienes elijan qué y cuánto comer en todo momento.
  • No puede haber sorpresas por lo que es necesario comentar y pactar previamente los platos con los que se sientan seguros.
  • Expresemos lo agradecidos que estamos de compartir y disfrutar del tiempo juntos.
  • Promueve un cuidado saludable que capacite.
  • Hablemos y pensemos en actividades distintas que podamos hacer en familia y que no tengan que ver con comer.

¿Qué no hacer en unas navidades con personas con TCA?

También es importante ser conscientes de que hay ciertas actitudes y comentarios que no son apropiados, ya que pueden derivar en una situación todavía más incómoda para estos pacientes.

“Comentarios con la mejor intención del mundo pueden estar perjudicando la salud y aumentando el malestar de forma inconsciente de nuestro familiar con TCA”, puntualiza la experta del Instituto Centta.

De esta manera, Elena Toledano menciona lo que no debemos hacer:

  • Controlar lo que se sirve en el plato o forzar a comer más cantidad.
  • Insistir en que pruebe recetas o platos por muy ricos o navideños que sean.
  • Evitar a toda costa comentarios sobre el físico, dietas, compensaciones, adelgazamientos, alimentos buenos o malos…
  • No debe haber chantajes emociones.
  • No hay que centrar las navidades en la comida.

“Una persona que sufre un TCA tiene que querer curarse pero no puede hacerlo sola. La familia es parte de la solución cuando aprende a distinguir lo que alimenta al trastorno de lo que nutre a su ser querido”, concluye, por su parte, la psicóloga de la Unidad de Familia de Instituto Centta, María Bustamante.

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