Afectan fundamentalmente a manos, pies y orejas y para prevenir su aparición es fundamental seguir una serie de sencillos consejos

La borrasca Fien ha supuesto la llegada definitiva del invierno y ha puesto en alerta a todas las provincias por diversos fenómenos meteorológicos. La nieve será el paisaje habitual en muchas zonas del país y, a pesar de que las nevadas no serán tan intensas como ocurrió con Filomena hace dos años, los termómetros caerán hasta los -4 a los 1500 metros y a -34 a poco más de 5000, según informa Meteored. Esto está suponiendo ya numerosos problemas circulatorios, con carreteras cortadas y también un aumento del consumo energético.

Pero además puede tener consecuencias en la población porque la llegada de temperaturas bajo cero puede suponer reacciones alérgicas en la piel, que comienzan a manifestarse en forma de inflamación en las manos, los pies y las orejas. O lo que es lo mismo, eritemas pernios o perniosis, mas conocido como sabañones.

¿Qué son los sabañones y qué los provoca?

Los sabañones son manifestaciones dermatológicas que consisten en la inflamación de pequeños vasos sanguíneos en la piel. La definición que da la Clínica Mayo de los sabañones es “la inflamación dolorosa de pequeños vasos sanguíneos de la piel que se producen en respuesta a la exposición repetida al aire frío, pero no helado. Los sabañones pueden causar picazón, dolor, manchas rojas, hinchazón y ampollas en las manos y los pies”.

Los sabañones más habituales se producen en las orejas, en los dedos de los pies y en las manos. Y, aunque se desconocen la causas que provocan esta reacción, puede tratarse de una reacción del cuerpo ante el frío, seguida de recalentamiento. Esto hace que los pequeños vasos sanguíneos que hay debajo de la piel se expandan demasiado rápido y provoquen pérdida de sangre hacia tejidos cercanos.

Noticia completa en La Razón.

 

 

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