Cuando llegan las bajas temperaturas ponemos a salvo hasta nuestras orejas. Sin embargo, olvidamos salvaguardar nuestros labios, una de las partes más sensibles de la cara

Durante el invierno protegemos nuestras manos con guantes, nuestros pies con unos buenos calcetines bajo el calzado... incluso cubrimos las orejas para evitar que sufran las consecuencias de las bajas temperaturas. Pero dejamos expuesta la piel de la cara, y son precisamente los labios la zona que más sufre. Como consecuencia de esto a menudo aparecen las tan habituales grietas y heridas, que no pocas veces son dolorosas y pueden llegar a sangrar con facilidad.

¿POR QUÉ SOLO SE AGRIETAN LOS LABIOS?

La piel de los labios es mucho más fina que la de cualquier otra parte del cuerpo o de la cara. Por si esto fuera poco, no tiene glándulas sebáceas que ayuden a mantenerlos suaves, hidratados y protegidos frente al frío.

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