Los especialistas detectan que personas cada vez más jóvenes acuden a las consultas con molestias en el oído

El oído no se pierde de un día para otro. El daño suele ser gradual y, sobre todo al principio, es común que este cambio pase desapercibido. Primero se hace difícil escuchar una conversación en un entorno muy ruidoso, como un espacio público abarrotado de gente, una comida en un restaurante, una charla entre compañeros de trabajo en la oficina, o mientras se camina por la calle. La molestia empeora hasta que cuesta escuchar incluso las voces fuertes, y, finalmente, la pérdida auditiva leve se convierte en sordera, es decir, que el daño es total e irreversible. En la mayoría de los casos, la causa es, simplemente, la edad: el 12,7% de la población mundial con más de 60 años tiene una pérdida auditiva de grado moderado, un porcentaje que sube hasta el 60% a los 90 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, los especialistas han empezado a notar que gente cada vez más joven acude a consultas lamentando molestias en el oído.

“La edad media ha bajado unos diez años. Si antes los pacientes empezaban a tener problemas con los 70-80 años, ahora pasa ya una década antes″, asegura Mari Cruz Iglesias, jefa de servicio de la unidad de Otorrinolaringología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. La doctora explica que la hipoacusia y sordera de estos pacientes no tiene nada que ver con el natural envejecimiento del oído interno —que se conoce como presbiacusia— sino que depende de la exposición prolongada al ruido. “El tráfico, el cine, los conciertos y las discotecas. Incluso cuando entramos en las tiendas para hacer compras hay música. Es una vida envuelta en muchísimo traumatismo acústico que perdura todo el rato”, expone Iglesias.

La OMS prevé que para el 2050, unos 2.500 millones de personas en el mundo —es decir, una de cada cuatro— tenga algún grado de pérdida auditiva. Aunque las cifras en aumento se deben principalmente a los cambios demográficos, como el crecimiento mundial de la población en edad avanzada, hay otros factores que influyen en la salud auditiva de una persona a lo largo de su vida. Un agente principal es, precisamente, el ruido excesivo.

Noticia completa en El País.

 

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