Hace casi una década que las investigaciones apuntan a que la contaminación del aire por el tráfico intenso podría aumentar el riesgo de demencia. Hoy sabemos por qué

Las ciudades tienen mucho atractivo. Al menos, así lo atestiguan los millones de personas que deciden vivir en el centro urbano o en la ciudad adornada por las necesarias carreteras por las que transitan centenares de vehículos cada día. Pero vivir cerca de carreteras con mucho volumen de tráfico se correlaciona con una mayor incidencia de demencia y cambios en la estructura cerebral, principalmente debido a la contaminación del aire provocada por el tráfico. Esta es la principal conclusión de una investigación realizada en China y Reino Unido, y publicada recientemente en la revista Health Data Science.

El estudio, una colaboración dirigida por destacados científicos internacionales, destaca la importancia de la contaminación del aire asociada al tráfico de vehículos como un factor clave en las mayores tasas de demencia y sus consiguientes cambios en la estructura del cerebro.

Gran conjunto de datos

"Investigaciones anteriores han insinuado los riesgos neurológicos asociados con vivir cerca de las carreteras principales, pero los mecanismos subyacentes siguen sin estar claros", explica Fanfan Zheng, autora principal del estudio y profesora de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Unión de Pekín de la Academia China de Ciencias Médicas. "Nuestro estudio profundiza en la relación entre la proximidad residencial a las carreteras principales y el riesgo de demencia, centrándose en el papel de los contaminantes relacionados con el tráfico", define.

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