Durante el invierno hace falta hacer algunos ajustes en la dieta y en el estilo de vida para fortalecer las defensas y reducir el riesgo de enfermedades. No es casualidad que durante esta temporada aumente la susceptibilidad a la gripe y al resfriado.
El frío y la humedad reducida del ambiente crean condiciones que favorecen la transmisión de gérmenes. Por un lado, resecan la mucosa nasal, lo que disminuye su función como barrera protectora. Asimismo, el frío aumenta la resistencia de la capa lipídica de los virus, por lo que resulta más díficil combatirlos.
Por fortuna, hay varias cosas que puedes hacer para mitigar estos efectos y contribuir a un óptimo funcionamiento del sistema inmunitario. En el siguiente espacio detallamos 11 consejos que te ayudarán a cuidarte estos días invernales.
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