El ejercicio físico, las tareas creativas y la meditación son actividades que fomentan el bienestar en la vida diaria. Conoce por qué estas y otras prácticas son importantes para la dimensión mental, física y emocional del autocuidado

Se define «autocuidado» al acto consciente que una persona realiza para favorecer distintas dimensiones de su salud. Por lo general, se engloba en cinco áreas: física, emocional, social, mental y espiritual. La búsqueda es la mejora del estado de ánimo y el bienestar general a partir de diversas prácticas saludables.

Según la Organización Mundial de la Salud, el autocuidado implica factores personales como la autoconfianza, la autoeficacia, el empoderamiento, la autonomía y la responsabilidad personal. Se trata de generar una pausa dentro de la rutina cotidiana, para reflexionar sobre qué es lo que el cuerpo y la mente necesitan.

Si bien las prácticas de autocuidado no son iguales para cada individuo, existen un conjunto de acciones recomendadas para fomentarlo. Además, implica una visión integral entre las dimensiones descritas. Es decir, combinar sesiones de meditación semanal con ejercicio físico y una alimentación acorde. Veamos qué actividades son más recomendables para cada área del autocuidado personal.

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