La depresión está aumentando en los jóvenes de 10 a 19 años de edad. Existen señales de alarma que permiten detectar a tiempo el trastorno y tratarlo, así como factores protectores que previenen su aparición de forma drástica
Los estudios más recientes sitúan los niveles de depresión y ansiedad en la adolescencia en niveles muy preocupantes. Se calcula que el 4,45% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 5,5% de los de 15 a 19 sufre trastorno de ansiedad. Las cifras de depresión se sitúan en el 1,4% y el 3,2% en estos dos grupos de edad.
No siempre es fácil detectar una depresión en la adolescencia y juventud, ya que se trata de un periodo de grandes cambios en el que las fluctuaciones en el estado de ánimo, junto con la apatía y la irritabilidad, son frecuentes. Pero es fundamental saber cuándo se trata de algo patológico porque las consecuencias pueden ser muy graves. Además de afectar a la asistencia a la escuela o instituto y al rendimiento académico, estos trastornos pueden conducir a un retraimiento social que, a su vez, agrava el aislamiento y la soledad. Además, conviene tener presente que la depresión puede llevar al suicidio. Así lo pusieron de manifiesto los médicos de familia, psicólogos y psiquiatras que impartieron el XXIII Seminario Lundbeck, celebrado en Sitges.
Signos y síntomas de la depresión en la adolescencia
Estas son las señales de alerta a las que conviene prestar atención:
- Duración y persistencia de los síntomas. Los cambios en el estado de ánimo propios de la adolescencia y de la juventud suelen ser transitorios y duran pocos días. Si la tristeza, irritabilidad, desesperanza y falta de interés por las cosas se mantienen durante más de dos semanas consecutivas, podría tratarse de depresión y debe consultarse con el médico.
- Interferencia en la vida diaria. Los síntomas de la depresión suelen ser intensos y pueden interferir en la vida diaria del afectado, en aspectos como el rendimiento académico, las relaciones personales o el ocio. En estos casos, el adolescente muestra frecuentemente falta de motivación, energía y apatía y se aísla progresivamente.
- Cambios en el sueño y el apetito. La depresión puede provocar alteraciones significativas en los patrones de sueño y apetito de los adolescentes y jóvenes. Pueden experimentar insomnio o somnolencia excesiva y disminución de la ingesta o aumento de las ganas de comer.
- Pensamientos y comportamientos negativos. La depresión lleva a los jóvenes a tener una visión muy negativa del mundo, de la vida y de sí mismos. Es frecuente que, en estos casos, expresen sentimientos de inutilidad, de culpa, e incluso piensen en la muerte y en el suicidio.
- Síntomas físicos. Entre los signos físicos de la depresión destacan la fatiga constante, la falta de energía y los dolores recurrentes.
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