Fuente: El Global

Si algo está más claro es que los seres humanos como mejor trabajamos es en red. Cuando esta dinámica se amplifica al ámbito de la salud, el trabajo en equipo entre sanitarios y pacientes se convierte en la mejor palanca para impulsar el autocuidado, reforzar la continuidad asistencial y fomentar los hábitos de vida saludables. “Construir” pacientes, familiares y cuidadores expertos en determinadas patologías se postula como toda una estrategia a implementar en las farmacias de cara a lograr mejores resultados en salud.

En este contexto, Cande Almenar, vocal de Responsabilidad Social Corporativa del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), explica a El GlobalFarma el “germen” del proyecto Xarxa Pacients. “El MICOF siempre ha estado volcado con las asociaciones de pacientes”, asevera. De hecho, realca que tiene convenio con más de 65 asociaciones de pacientes y de 15 ONGs con las que participa activamente en distintas acciones. “Nuestra orientación social, viene de lejos, de hecho, fuimos el primer Colegio Profesional en tener una vocalía de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) con personal vinculado a la misma”, asevera.

Motivo de ello, según explica Almenar, esta mirada centrada en el paciente y sus necesidades hizo que se dieran cuenta de que los pacientes activos (pacientes, familiares y cuidadores) mostraban un mayor interés por involucrarse en su propio autocuidado. Por este motivo, desde el Colegio se decidió crear Xarxa Pacients, “una red de pacientes que permitiera unir a un grupo de personas con una enfermedad común para educarles y formarles con el objetivo final de que puedan empoderarse”, subraya. “De esta manera, los pacientes disponen de un espacio pensado para compartir sus principales preocupaciones y que, a raíz de ellas, puedan convertirlas en oportunidades de mejora para su día a día”, añade.

Paciente-formador

Cada vez está más consolidada la figura del “paciente experto” en su patología. En este sentido, Almenar confirma que el propio proyecto no puede entenderse sin la figura del “paciente-formador”. “Este perfil se origina a partir de los pacientes que han completado los cursos -una de las dos modalidades formativas en las que son los propios pacientes quienes instruyen a otros- tienen habilidades comunicativas y tienen la iniciativa de seguir participando en el programa para ayudar a educar a los pacientes que se incorporen a futuras formaciones”, sostiene. “Lo hacemos de esta manera porque quienes mejor conocen una patología son los pacientes y hablan desde la experiencia propia. Es una forma de retroalimentar lo aprendido y tener la oportunidad de ayudar a otras personas en la misma situación”, afirma.

Siguiendo esta línea, hace referencia a que no se debe perder de vista que cada persona que asiste a los cursos vive muy de cerca su patología y va a poder aportar su grano de arena. “Por este motivo, antes de comenzar una nueva edición, hablamos con los pacientes-formadores con el fin de orientarles para que puedan sacar el mayor rendimiento posible”, señala. Los cursos son reducidos, con entre 10 y 16 personas por grupo, distribuidos en tres sesiones de aproximadamente 2 horas cada una, “lo que brindar la oportunidad de crear vínculos y mejorar su confianza al compartir experiencias y conocimientos sobre su enfermedad”, informa la vocal del MICOF.

Para Almenar uno de los principales objetivos del proyecto Xarxa Pacients es acercar la formación a los pacientes, descentralizando las actividades y llevándolas a distintas localidades de la provincia de Valencia, que cuenta con 17 comarcas y 266 municipios. En esta línea, están trabajando para organizar tanto los cursos como las formaciones complementarias no solo en la ciudad de Valencia, sino en el resto de los municipios de la provincia. “De momento, hemos establecido red en Valencia ciudad, así como en localidades como Burjassot, Sagunto y Torrent”, confirma. “Nuestro propósito es seguir ampliando la cobertura territorial y facilitar el acceso a la formación, evitando que los pacientes tengan que desplazarse largas distancias”, asevera. Para ello, “estamos estableciendo contacto con ayuntamientos, mancomunidades y participando en consejos de salud, con el fin de dar a conocer el proyecto y favorecer su implantación en más zonas de la provincia”, sostiene.

Además, según menciona, a raíz del feedback que reciben por parte de los pacientes cada vez van organizando sesiones más orientadas a sus necesidades. Por ejemplo, “uno de los temas que más nos han pedido es la salud sexual”, afirma. “De ahí que organizáramos una formación complementaria para los pacientes crónicos de las patologías incluidas en Xarxa Pacients en la que se resolvieron sus dudas”, explica.

“Prescribir” Xarxa Pacients desde la Farmacia

A su vez, otro de los fines es tratar de promover que las farmacias comunitarias “prescriban” Xarxa Pacients como una herramienta útil para aquellas personas que están implicadas en su enfermedad o que desean estarlo. “Al recomendar este tipo de programas, la farmacia no solo facilita el acceso a recursos formativos y de acompañamiento, sino que refuerza su papel como agente activo dentro del equipo asistencial, fomentando una atención más continua, próxima y centrada en la persona”, asegura.

La vocal del MICOF incide en que Xarxa Pacients impulsa una modalidad de formaciones complementarias de carácter multidisciplinar, en las que diferentes perfiles profesionales abordan conjuntamente los aspectos clave de la salud. “Esta perspectiva enriquece el aprendizaje y permite que el farmacéutico, junto a otros profesionales sanitarios, participe de forma activa en la formación, aportando su visión específica y reforzando el mensaje de una atención integral y colaborativa”, prosigue. Por ello, “la implicación de la farmacia en el empoderamiento del paciente no solo mejora la continuidad asistencial, sino que consolida una red de apoyo cercana, accesible y coherente con el modelo de salud centrado en la persona”, relata.

6 patologías de actuación

En la actualidad, están trabajando con las seis líneas principales vinculadas a patologías de alta prevalencia, como la diabetes y la fibromialgia, a las que se sumó la enfermedad renal. En 2023, desarrollaron una línea dedicada al dolor crónico, que abarca distintas patologías como artritis, cáncer o dolor derivado de diversas etiologías. También se ha incorporado una línea centrada en enfermedades hematológicas y, recientemente, en 2024, han iniciado la de migraña

“Es importante destacar que la puesta en marcha de cada nueva línea requiere un trabajo riguroso y coordinado, tanto en la elaboración de guías junto a profesionales sanitarios especializados como en la colaboración estrecha con asociaciones de pacientes”, hace hincapié. “Esto nos permite garantizar que cada formación se adapte realmente a las necesidades del colectivo al que va dirigida”, garantiza. De hecho, ha puesto sobre la mesa que, sólo en 2024, han participado más de una treintena de profesionales sanitarios en las formaciones, entre ellos farmacéuticos, médicos especialistas, psicólogos, enfermeros, fisioterapeutas, nutricionistas y una bióloga, lo que refleja la diversidad y el enfoque multidisciplinar del programa.

Más de 2.000 pacientes formados

Con respecto a los pacientes, ya se han formado más de 2.234 desde su creación en 2022. “Un 88% de las personas que han asistido a las formaciones complementarias han valorado su mejora en el conocimiento de la enfermedad entre un ocho y un diez sobre diez”, celebra. Otro de los datos que han observado es que el 70% de las personas que asisten son mujeres. “En general suelen mostrar un mayor interés por la salud, tanto por su autocuidado como por el de algún familiar”, relata. También han visto que el 76% de los inscritos a nuestros cursos son pacientes, el 13% familiares y el 8% profesionales.

“Con la creación del programa Xarxa Pacients se espera generar un impacto significativo a medio y largo plazo en la salud y el bienestar de la población valenciana, especialmente en personas que conviven con enfermedades crónicas”, subraya la vocal del MICOF. “A medio plazo, se prevé una mejora en la autogestión de la salud, con pacientes más informados, activos y comprometidos con sus tratamientos y con la adopción de hábitos de vida saludables”, señala. “Esto puede traducirse en una mayor adherencia terapéutica, una reducción de complicaciones derivadas de la enfermedad y un uso más eficiente de los recursos del sistema sanitario”, insiste.

Incidiendo en el largo plazo, Almenar espera una mejora sostenida en la calidad de vida, un mayor empoderamiento de las personas y un cambio estructural en el modelo asistencial, alejándose de un enfoque paternalista y avanzando hacia un modelo centrado en el paciente, donde las decisiones se toman de forma compartida entre profesionales sanitarios y pacientes. Además, el fortalecimiento del apoyo entre iguales promovido al coincidir con otras personas que están pasando situaciones similares creando esta red, “contribuye a reducir el aislamiento social, mejorar el bienestar emocional y disminuir la carga asistencial, favoreciendo una sociedad más saludable, resiliente y autónoma”, asegura.