Quienes usamos mucho el móvil sabemos las molestias oculares que produce. Del mismo modo, también somos conscientes de que cuando notamos dichas incomodidades, es porque los ojos ya han sufrido demasiado.
Por esta razón, es necesario adoptar una serie de hábitos para proteger los ojos de la pantalla.
En este caso, las medidas de prevención son sencillas, pero suponen una mejora abismal en la salud. Si no las tomas, pueden aparecer diferentes síntomas como:
La solución más fácil es aquella que nos daban nuestras madres cuando éramos pequeños. ¿Recuerdas cuando nos pedían que dejáramos de ver la televisión porque nos iban a doler los ojos?
No obstante, rebajar la frecuencia de uso de los dispositivos móviles no es una opción para mucha gente. Estos son ya un instrumento indispensable para el trabajo. Así, el tiempo de exposición es difícilmente reducible, aunque, como veremos, siempre se puede hacer algo.
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