El polen, ácaros, alimentos, medicamentos o al veneno de insectos son algunos de los desencadenantes de reacciones alérgicas más comunes. Para confirmar un diagnóstico de alergia, la prueba diagnóstica más utilizada es la cutánea por punción, conocida como prick test, que reproduce localmente la reacción inflamatoria alérgica sobre la piel. Según explican alergólogos de Mapfre Salud, cuando existe sensibilización, «el alérgeno provoca la liberación de histamina por parte de los mastocitos cutáneos, lo que origina la aparición de una pápula y un eritema en el punto de punción (habón)».
La farmacéutica Cristina Carrillo añade, en su cuenta de Instagram cómo es el procedimiento que consiste en aplicar en la capa superficial de la dermis una gota de extracto alergénico utilizando una aguja de calibre fino: «Generalmente, se realiza en la piel del antebrazo, donde se dibujan dos casillas, para el control positivo y negativo. La lectura se efectúa a los 15-20 minutos de la aplicación y si el resultado es positivo aparecerá una reacción en la piel como un habón. En ausencia de sensibilización, no se observa reacción alguna. Se trata de una prueba rápida, económica y segura».
Qué tener en cuenta
Cristina Carrillo, añade que hay tres cosas que se tienen que tener en cuenta antes de hacer cualquier prueba de alergia. En primer lugar, suspender todos los tratamientos de alergia con antihistamínicos entre cinco y siete días antes de la prueba para que no de un falso negativo.
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