La psoriasis es una patología de la piel muy heterogénea que en un tercio de los casos evoluciona hacia una afectación de las articulaciones, conocida como artritis psoriásica. Desvelar los factores que están detrás de esa transición puede ayudar a prevenirla

La psoriasis es mucho más compleja de lo que parece. Es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar a la piel, pero con frecuencia va más allá. Provoca enrojecimiento, descamación, dolor e hinchazón de la piel y se presenta en forma de brotes, con exacerbaciones y remisiones. Es muy heterogénea: algunas personas experimentan únicamente síntomas leves, con placas y picor ocasionales, mientras que otras sufren síntomas mucho más intensos. Y en un porcentaje nada despreciable de afectados llega a afectar a las articulaciones. Es entonces cuando se habla de artritis psoriásica.

La artritis psoriásica es también una enfermedad inflamatoria crónica heterogénea que se estima que afecta a hasta un tercio de los pacientes con psoriasis y puede debutar en cualquier momento de la vida. Además de a las articulaciones, suele extenderse a otras estructuras del sistema musculoesquelético (columna vertebral, tendones...), causando dolor, hinchazón y dificultad del movimiento  Su prevalencia en la población adulta española se sitúa en el 0,58%, lo que supone cerca de 230.000 afectados aproximadamente.

Queda claro que la evolución de la psoriasis a artritis psoriásica se da en una proporción significativa de los pacientes (más del 30%), pero, ¿en cuáles? Dicho de otra forma: ¿se puede predecir en qué personas se producirá esa transición? Y, lo que es más importante, ¿se puede prevenir?

Causas y factores de riesgo de la artritis psoriásicaEntre las causas de la artritis psoriásica se han identificado, según informa la Sociedad Española de Reumatología (SER), “factores genéticos y otros ambientales, siendo la obesidad, los traumatismos, el tabaco y el alcohol los que más se relacionan con el desarrollo de esta patología”.

La SER acaba de celebrar la IX edición de sus Talleres de Artritis Psoriásica, en los que Beatriz Joven, reumatóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, ha explicado que  la obesidad “genera un estado inflamatorio de bajo grado que favorece tanto la propia psoriasis como la artritis psoriásica, mientras que el traumatismo genera estrés mecánico que puede derivar en inflamación (mecanoinflamación). La relación de tabaco y alcohol con la artritis psoriásica es más controvertida, pero por la repercusión en el manejo se debe aconsejar a los pacientes dejar de fumar y beber alcohol”.

Noticia completa en Cuídate Plus.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas