El habitual gesto de frotarse los ojos cuando pica parece a priori inofensivo, pero conlleva ciertos riesgos para la salud ocular. Uno de ellos es la formación de un queratocono. Como explica a CuídatePlus José Lamarca, oftalmólogo de la Clínica Barraquer, el ojo funciona como un balón con una ventana transparente, llamada córnea.
“Esta tiene una curvatura perfecta que actúa como una lupa, permitiendo enfocar correctamente. El queratocono aparece cuando esta cúpula pierde su regularidad, lo que provoca una visión distorsionada difícil de corregir con gafas”, detalla el experto, quien añade que el tratamiento para estos casos es colocar lentes de contacto rígidas que puedan mejorar la visión al regularizar la superficie corneal.
Por su parte, Margarita Cabanás, oftalmóloga de la Clínica Baviera Sevilla, señala que el queratocono es una enfermedad que suele desarrollarse desde la pubertad hasta los 30-40 años. Según afirma, “la evolución suele ser más rápida en adolescentes y jóvenes”. Además, añade que hasta un 30% de los casos se asocia a enfermedades atópicas, que predisponen al picor ocular y al frotamiento durante la infancia.
Lamarca indica que algunas personas tienen una predisposición genética que hace que su córnea sea menos rígida y más susceptible de deformarse. Si se aplican presiones repetidas (al frotarse intensamente o al dormir boca abajo apoyando las manos sobre los ojos), la córnea acaba cediendo y adquiriendo esta forma irregular. Por esta razón, Cabanás insiste en educar a niños y jóvenes para evitar este hábito desde edades tempranas.
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