Lamenta las barreras en España a los conocidos como medicamentos huérfanos

FUENTE: Cinco Días

Licenciado en Biología y MBA por el IE Business School, Javier Urcelay (Madrid, 1954) es un veterano del sector farmacéutico. Ha sido directivo de DuPontMSD y vicepresidente de Farmaindustria. En la actualidad es director general de Shire, un laboratorio de origen británico especializado en desarrollar medicamentos huérfanos, destinados a las patologías poco frecuentes. La compañía acaba de integrar a su rival Baxalta.

Pregunta. ¿Qué objetivos se marca Shire?

respuesta. La empresa se ha propuesto facturar 20.000 millones de dólares en 2020, desde una cifra actual de los 10.800 millones, por lo que tenemos que crecer a doble dígito a nivel mundial hasta 2020. Va a hacer posible gracias a un pipeline con 40 fármacos en investigación clínica. Alrededor de 6.000 millones provendrán de productos que actualmente no están comercializados, por lo que nuestra investigación juega un papel crucial en el futuro de la empresa.

P. ¿Cómo ha sido la integración de Baxalta?

r. Baxalta y Shire ya están integrados. Ha sido ejemplar por la rapidez y la afinidad entre las dos organizaciones. Baxalta aporta tres franquicias muy importantes, la hematología, la inmunología y la oncología, que se unen a las de sistema nervioso central, gastrointestinal, medicina interna y oftalmología. Son áreas de mucho crecimiento y altamente especializadas, con necesidades médicas no cubiertas donde la innovación tiene un papel crucial que jugar.

P. Su reto es poner medicamentos innovadores en el mercado.

r. Son todos disruptivos. En el mundo hay alrededor de 7.000 enfermedades raras y solamente un 5% tienen tratamiento en la actualidad. Hay cerca de tres millones de españoles, 30 millones de europeos y 300 millones de personas en el mundo afectados por estas patologías poco frecuentes. Todas las semanas se descubre alguna nueva. Para los pacientes, esta I+D es su mayor esperanza.

P. ¿Cómo ve el mercado farmacéutico español?

r. El mercado tiene retos como los propios del sistema sanitario español, en términos de presupuestos, de eficiencia, de capacidad de financiar la innovación en el caso del progreso farmacológico y en unidad de mercado. Una cosa es la descentralización y otra tener 17 sistemas sanitarios diferentes, que probablemente no es lo que estaba en la agenda inicial, pero se han convertido en una realidad que amenaza gravemente el sistema único sanitario que teníamos los españoles y el acceso a nuevos fármacos.

P. ¿Cómo les afecta?

r. Nos afecta con unas redundancias, ineficiencias y barreras de acceso que retrasan la posibilidad de que los pacientes se beneficien de nuevos tratamientos. Esa es la parte que nos preocupa. En vez de aprobarse un nuevo fármaco en un periodo razonable de tiempo, se retrasa indefinidamente porque tenemos que ir sorteando todo tipo de obstáculos, que empiezan por el nivel nacional, siguen por la comunidad autónoma y van más adelante con los hospitales. Al final es un retraso para el acceso a los tratamientos, además de las inequidades, porque hay pacientes de unas zonas de España sin acceso a innovaciones.

P. Pero los precios de estos medicamentos son muy caros y amenazan la sostenibilidad del sistema.

r. Hay algunas cuestiones que los políticos y los gestores tendrán que decidir, como dónde queremos invertir los recursos: si queremos invertirlos en acceso al progreso médico, en una sanidad moderna que permita a los pacientes beneficiarse de las respuestas innovadoras o si queremos invertir los recursos en otras cosas como pagar pléyades de políticos e instituciones duplicadas. El precio de la innovación en enfermedades de muy poca prevalencia es un precio alto y es inevitable. No solamente por los costes de la investigación, no solo por las dificultades de desarrollar medicamentos para grupos de enfermedades que a veces solo tienen una decena de personas en el país, sino también porque hay que incentivar a los inversores que quieren asumir el riesgo notabilísimo de invertir en patologías donde las oportunidades de éxito son escasas.

P. ¿Sufren actualmente retrasos para que se apruebe un precio de reembolso a sus fármacos?

r. Pertenecemos a una asociación de laboratorios que desarrollamos medicamentos huérfanos en la que hemos constatado últimamente que no se están aprobando precios y reembolsos de medicamentos huérfanos. Y que se está demorando mucho tiempo la aprobación. Esta preocupación que tenemos se la hemos hecho notar al Ministerio de Sanidad junto a las asociaciones de pacientes, ya que estas terapias satisfacen necesidades médicas no cubiertas. Si hace cinco años, la gran mayoría de los medicamentos huérfanos se aprobaban en España, en esto últimos dos años estamos encontrado rechazos de aprobaciones de precio reembolso y con medicamentos cuyo visto bueno ha llegado a prorrogarse durante dos años.

P. ¿Qué le pide a la nueva ministra?

r. Me preocupa extraordinariamente la sostenibilidad del sistema sanitario de calidad que hemos tenido en España y fundamentalmente en relación a su cohesión y a su unidad.

“Las empresas biotecnológicas despiertan un gran interés”

Shire nació en 1986 en Reino Unido, especializada en el desarrollo biotecnológico de fármacos contra las enfermedades raras o poco frecuentes. Su estrategia de crecimiento ha sido la de adquisiciones, casi a una por año, de empresas, fármacos o tecnologías. La última grande la de Baxalta, por 29.300 millones de euros a principio del año pasado.

Actualmente tiene la sede fiscal en Irlanda y la corporativa en Boston (EEUU). Han comercializado ya 40 productos y cuentan con otros 40 en desarrollo clínico, con presencia en más de 100 países. Su capitalización actual en Bolsa ronda los 50.000 millones. Es una de esas escasas compañías especializadas en enfermedades raras, como Alexion, Ipsen, Vertex, Genzyme (adquirido por Sanofi) o Actelion, comprada la semana pasada por Johnson & Johnson por 28.000 millones.

“Resalto el interés y expectativas que despiertan las empresas biotecnológicas y los productos biológicos de cara a la innovación futura, en contraste con una farmacología de las décadas pasadas dominada por las pequeñas moléculas y la síntesis química”, explica Urcelay sobre las adquisiciones corporativas de este tipo de compañías.

“Shire se ha construido básicamente a través de adquisiciones a lo largo de su historia, la última la de Baxalta y esta sigue siendo la tónica del desarrollo estratégico de la compañía”, explica. La empresa ahora combina investigación propia con alianzas con centros de I+D y compras. En España, esperan lanzar seis productos en breve, entre ellos uno para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad o un producto para la hemofilia B.

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