El melasma puede afectar psicológicamente a algunas personas por los cambios en su apariencia.

Fuente: 20 Minutos

Aunque son muchas las personas a las que les gusta exponer su piel al sol para obtener un tono bronceado, siempre hay que recordar los efectos perniciosos que puede tener la luz ultravioleta sobre la piel y tomar las precauciones debidas. Esto es especialmente cierto para aquellos que, por diversas condiciones, reaccionan de maneras más específicas a la luz solar, como ocurre en el caso de las personas con melasma.

¿Qué es el melasma? ¿Cuáles son sus causas?

El melasma es un trastorno cutáneo común, que consiste en un oscurecimiento de la piel en determinadas zonas, especialmente de la cara, como respuesta a la exposición solar.

Es especialmente frecuente en mujeres jóvenes con pieles naturalmente más bronceadas, aunque puede aparecer en cualquier persona independientemente de su tono de piel o su género.

Se cree que está relacionado con la presencia de determinadas hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona. Esto explicaría porqué las mujeres embarazadas, que utilizan anticonceptivos orales o en terapia de reemplazo hormonal son más susceptibles de padecerlo.

Además, debido a que se manifiesta como respuesta a la radiación solar, el melasma es un problema más típico de los países tropicales y subtropicales.

¿Cuáles son sus síntomas?

El único síntoma del melasma son las manchas mencionadas. Normalmente, son de color café uniforme, y muestran una disposición simétrica. Suelen localizarse en zonas como las mejillas, la frente, la nariz y el labio superior.

A pesar de ello, en algunas personas el melasma puede suponer una cierta afectación en el día a día, principalmente por aspectos psicológicos como preocupación por la propia apariencia.

¿Cómo se trata?

Existen algunas estrategias que pueden ayudar a combatir las manifestaciones del melasma, a pesar de que la condición de fondo no es tratable. Por ejemplo, existen determinadas cremas que pueden hacer las manchas menos aparentes, como las que poseen propiedades de exfoliación química o cremas esteroides tópicas.

En casos especialmente notables, la solución puede pasar por determinados tratamientos con láser que eliminan la pigmentación oscura, por la suspensión de los medicamentos hormonales que podrían estar detrás del melasma o por el uso de determinados fármacos orales específicos.

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