La mala circulación, retención de líquidos y los radicales libres son los principales causantes de este trastorno que afecta a más del 85 por ciento de las mujeres

Fuente: La Razón

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEVD), entre un 85 y un 98 por ciento de las mujeres tiene celulitis en algún momento de su vida. La celulitis es un trastorno que afecta la piel y los tejidos que hay debajo de ella. Se caracteriza por la formación de un tejido adiposo (pequeños depósitos de grasa) en las capas mas superficiales que se manifiesta mediante unos bultos y hoyos en la zona afectada que conforman lo que se conoce como piel de naranja. Las zonas más habituales para la formación de la celulitis son los glúteos, muslos, caderas, aunque también se puede manifestar en otras zonas como en brazos y abdomen. Es una afección que no pone en riesgo la salud de la persona que la sufre (más frecuentemente mujeres), sino es más bien una cuestión estética. No hay que confundirla con la celulitis infecciosa, normalmente causada por una bacteria y que presenta síntomas totalmente distintos: La zona afectada suele estar inflamada y enrojecida, sensible al tacto y caliente.

¿Por qué aparece?

Son muchos los factores que causan la aparición de la antiestética piel de naranja, algunas evitables y otras no: desde una mala circulación o mala mala alimentación a cuestiones genéticas. Pero los realmente importantes son dos: la mala circulación y los radicales libres, unos compuestos que se forman en nuestro organismo al exponernos a toxinas que se producen por diversas causas como el tabaco, el consumo de alcohol, la contaminación y a alimentos como las grasasazucares o alcohol.

Estos radicales libres se distinguen porque les falta un electrón y para conseguirlo se lo quitan a otra célula y la deforman. Normalmente buscan ese electrón en las células con colágeno y elastina como las de la piel. Al degradar del colágeno y la elastina, deja más a la vista la grasa y provocan esos antiestéticos bultos en la piel.

Otro factor es la mala circulación y la deficiencia en el sistema linfático. La circulación transporta oxígeno y nutrientes para que todos los órganos puedan funcionar y el sistema linfático elimina sustancias de desecho. Pero el problema es que en ocasiones, cuando ambos sistemas pasan por la zona de las caderas y los muslos se estancan, sobre todo si se pasa muchas horas sentado en el trabajo o en casa viendo la televisión y no se practica deporte. Este sedentarismo pone en marcha un círculo vicioso. Si la sangre no oxigena bien y el sistema linfático tampoco, las células de la piel y el líquido linfático construyen fibras gruesas que hacen que la grasa aflore más hacia la superficie.

Los factores hormonales (embarazo, periodo premenstrual, menopausia, anticonceptivos) también juegan un papel importante por lo que se dan más casos en mujeres que en hombres. Y no hay que olvidarse de los factores genéticos porque que la celulitis suele ser hereditaria. Las enfermedades metabólicas que afectan al drenaje linfático como la diabetes o la obesidad también juegan un papel relevante en la aparición de la piel de naranja.

Tipos de celulitis

Dependiendo de las zonas a las que afecte, la celulitis puede ser general, local y zonal. Y en función del grado de desarrollo, se pueden clasificar en tres tipos: Ligera -no es visible pero aparece al pellizcar ligeramente la piel; media -cuando empieza a apreciarse a simple vista y fuerte -muy visible, dura al tacto y provoca sensación de pesadez sobre todo en las piernas-.

La clasificación según su apariencia también se divide en tres: dura -suele ser en los muslos y es consistente al tacto-, edematosa -provoca dolor al tocarla y está relacionada con problemas circulatorios- y blanda -de apariencia esponjosa, se suele ubicar en el interior de los muslos-.

Falsos mitos

La presencia de celulitis no es sinónimo de estar gorda o tener sobrepeso. De hecho, hay muchas personas delgadas que tienen piel de naranja y otras con exceso de peso que no la tienen. Es cierto que si una persona es propensa a ella, tendrá más probabilidades de que le salga si tiene sobrepeso que si no lo tiene.

Debido a que las causas son múltiples, una de las formas de tratar de minimizarla es con una buena alimentación y con la realización de deporte de forma habitual porque en muchas ocasiones, la causa principal puede ser un problema vascular o el aumento y disminución rápida de peso, por lo que una dieta variada y tratar de reducir la ingesta de sal, alcohol o azúcar, que provocan retención de líquidos puede ayudar a prevenir y a reducir la celulitis.

Una de las cosas que debemos tener claro desde el primer momento es que la celulitis no se puede eliminar definitivamente, pero sí se puede prevenir, mejorar e incluso aliviar los síntomas en el caso de que sea fuerte o edematosa.

Pero sí podemos dejar de “alimentarla” y para ello hay que tratar de consumir carnes grasas, leche entera, embutidos, salsas, bollería, féculas, productos fritos e incluso la pasta porque la energía que aportan los hidratos de carbono que el cuerpo no quema, acaban almacenándose en forma de grasa.

La importancia de la dieta

En el otro extremo están los alimentos que sí nos ayudan a reducir la celulitis, unos porque mejoran la circulación, otros porque ayudan contra la retención de líquidos o porque tienen fibra. Así, las legumbres, los frutos secos sin sal, el aguacate, salvado, avena, piña, plátano, sandía, pera, los cítricos en general, espárragos, cebolla, carne de ternera, huevos, pescado azul, pollo, queso con poca grasa, leche semidesnatada, cereales integrales o tofu deben formar parte de la dieta diaria.

Pero hay que hacer una serie de matizaciones. Las frutas son muy beneficiosas para el organismo y habría que tomar tres piezas al día pero con cuidado de no abusar de las que tienen mucho azúcar. Por ejemplo, las fresas activan el drenaje, el kiwi tiene mucha de fibra y el pomelo limpia el organismo y se puede mezclar con naranja o piña, que además es muy diurética.

En cuanto a las verduras y hortalizas, serían recomendables por sus propiedades diuréticas el puerro, el apio y la cebolla. El tomate y zanahoria son antioxidantes. Además, en el caso de las ensaladas tratar de comerlas a mediodía porque por la noche pueden favorecer la retención de líquidos.

Las hierbas y especias también pueden ser buenas aliadas en la lucha contra la piel de naranja. Así, el ajo es desintoxicante. el romero fortalece el cabello, el perejil combate la retención de líquidos y es antioxidante y la pimienta negra activa la circulación, pero abre el apetito. Además, el consumo de carne roja debe limitarse o sustituirse por otras magras.

Otro aspecto clave para combatir la celulitis es aumentar la dosis de hierro. Si los niveles en sangre son bajos no llega el suficiente oxígeno a las células y la grasa no se quema se acumula. Por ello, son fundamentales alimentos del mar como almejas, chirlas, sardinas, o anchoas.

Los 10 alimentos imprescindibles

Dentro de una dieta equilibrada, es fundamental aprovechar las propiedades de determinados alimentos, que pueden contribuir de manera importante a que logremos nuestros objetivos:

Agua. Tiene un papel fundamental en muchos procesos vitales pero además, es clave para combatir la retención de líquidos. En el caso de que no nos guste mucho beber agua puede complementarse con infusiones, caldos, sopas o gazpachos.

Espárragos y alcachofas. También ayudan acabar con la retención de líquidos y a eliminar las toxinas, gracias a sus propiedades diuréticas.

Cítricos. El kiwi, la naranja, el limón o las mandarinas tienen un alto contenido en vitamina C, necesaria para la reparación de tejidos, para la formación de colágeno y es un excelente antioxidante. Consumir siempre mejor Siempre mejor enteros que en zumos porque pierden ciertas propiedades.

Piña y papaya. Al igual que los espárragos y alcachofas tienen propiedades diuréticas que favorecen la eliminación de líquidos y toxinas.

Frutos rojos y fresas. Ricos en potasio, tienen propiedades diuréticas. Además también tienen un alto contenido en vitamina C, al igual que los cítricos.

Tomate. Activa la producción de colágeno de manera natural gracias a que contiene licopeno, por lo que es ideal para mejorar el aspecto de la piel.

Ajo. Este superalimento, anticoagulante, antibacteriano, antifúngico, antiviral y que combate el colesterol malo, también favorece la circulación sanguínea y ayuda a eliminar los desechos del cuerpo.

Pescado azul. Es rico en omega 3, un antiinflamatorio que mejora la circulación. De todos, los más recomendables son los pequeños, como la sardina, el boquerón, la caballa o el jurel.

Aceite de oliva virgen extra y frutos secos. Son grasas saludables con un alto contenido en vitamina E, un gran antioxidante. Además los frutos secos tienen fibra, lo que ayuda a combatir el estreñimiento.

Jengibre y cúrcuma. Estos antiinflamatorios naturales se pueden incluir como condimento en la preparación de los platos o en infusiones.

Los seis alimentos prohibidos

Harina blanca o refinada. Bollos, bizcochos, panes, cruasanes, magdalenas, galletas y pizzas sólo aportan calorías porque son hidratos puros. Lo ideal es hacer un consumo de manera puntual y darle prioridad a las harinas integrales.

Azúcar blanco. Tampoco aporta nutrientes y es uno de los grandes enemigos de la salud. Además de producir celulitis provoca patologías como la diabetes, sobrepeso y obesidad, entre otras. Es conveniente eliminarla de la dieta y solo consumirlo a través del que aportan las frutas de manera natural. La miel sería un buen sustituto pero su alto contenido calórico hace que deba tomarse con moderación.

Sal. Es el condimento por antonomasia de todas las comidas pero también provoca la retención de líquidos, lo que favorece la aparición de la celulitis. Por ello, es recomendable reducir su ingesta y alternarla con otras hierbas aromáticas que aporten ese toque único.

Frituras. cada vez que se fríe un alimento pierde muchas de las propiedades nutricionales que tiene, además de que se le aporta un alto contenido en grasa. Es recomendable preparar los alimentos a la plancha, cocidos o al horno.

Embutidos. Son deliciosos pero su alto contenido en grasa saturadas (las de peor calidad) hace que se recomiende un uso muy limitado. De hecho, algunos estudios indican que un exceso de consumo de embutidos puede provocar enfermedades cardiacas.

Fast food. La comida rápida en general (bollería, hamburguesas, sandwiches) son ricos en harinas, azúcares, sales refinadas y grasas trans, elementos que inciden directamente en la formación de la celulitis.

El ejercicio físico

Al igual que la alimentación, el ejercicio físico juega un papel fundamental en la prevención de la celulitis y en caso de que ya esté presente, para reducirla. El sedentarismo disminuye la circulación sanguínea de manera significativa, lo que hace que se puedan acumular toxinas en el organismo. Al activar el metabolismo con el ejercicio se reafirma la piel, se eliminan toxinas y grasas, disminuye el estrés, mejora la capacidad física y respiratoria, y fortalece los huesos y el sistema locomotor en general.

Al hacer deporte se queman más calorías que llevando una vida sedentaria y se crea músculo. este músculo necesita calorías para mantenerse por lo que si la alimentación es la misma, y el cuerpo quema más energía, por lo que se logra adelgazar. El ejercicio estimula la circulación sanguínea y linfática y circula cinco veces más sangre cargada de oxígeno. El calentamiento y el estiramiento antes y después del ejercicio son igual de importantes que el deporte en sí para evitar lesiones.

Para que el deporte sea más efectivo contra la celulitis es recomendable combinar distintos ejercicios. El deporte aeróbico es el que más grasa quema. Lo ideal es hacer 30 minutos diarios caminando, corriendo, de bicicleta aeróbic o natación. Para complementarlo, se pueden realizar ejercicios de tonificación. Si no tenemos músculo en las caderas y muslos será más visible el efecto de piel de naranja. Por ello, se puede hacer una rutina de 20 minutos al día de 3 a 5 veces por semana que incluya ejercicios de abdomen, glúteos y espalda baja, piernas y aductores.

Cinco hábitos perjudiciales

Otros consejos que no tienen que ver con la alimentación pero sí con la vida diaria y que puede ayudar son evitar los baños con agua muy caliente porque pueden afectar a la circulación, no usar prendas de vestir demasiado ajustadas, evitar tacones altos y finos, dormir al menos ocho horas diarias y con horarios regulares y finalmente, evitar el estrés y la ansiedad, porque los factores psicológicos pueden aumentar el riesgo de tener este problema de piel.

Otros métodos complementarios

Además del ejercicio y la dieta hay otros métodos complementarios que ayudan a mejorar la situación. El cepillado de la piel con movimientos ascendentes estimulan la circulación sanguínea y linfática, el masaje llamado drenaje linfático ayuda a eliminar toxinas, la digitopuntura trata los puntos relacionados con el estreñimiento y el exceso de peso, la hidroterapia favorece la circulación y la aromaterapia estimula la circulación, repara el colágeno y mejora la piel. Además, las cremas anticelulíticas de calidad, aplicadas en las zonas afectadas, también pueden ayudar a combatir la piel de naranja.

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