Las enfermedades autoinmunes sistémicas son más frecuentes en mujeres. La mayoría de ellas tienen una prevalencia tan baja que se consideran enfermedades raras

Fuente: 20 Minutos

La Asociación Española de Dermatología y Veneorología (AEDV) ha participado, junto a otras, en el I Simposio Multidisciplinar de EAS celebrado este año. El objetivo fue poner sobre la mesa los problemas y retos que las enfermedades autoinmunes sistémicas todavía presentan en la actualidad para mejorar su manejo y que esto impacte positivamente en la calidad de vida de los pacientes.

¿Qué son las enfermedades autoinmunes sistémicas?

Como define adecuadamente la AEDV, "son patologías que afectan a diferentes órganos y sistemas del cuerpo, siendo necesaria la colaboración de distintos especialistas para el manejo de las personas que las padecen". Debido a que su causa suele ser desconocida, los primeros diagnósticos habitualmente son erróneos y es esto es lo que hace que el diagnóstico casi siempre sea tardío.

Lo que tienen en común todas las enfermedades autoinmunes sistémicas es que existe un fallo en el sistema inmune que hace que este ataque a las células y tejidos del propio organismo. Una respuesta inadecuada, desconcertante y que hace que los pacientes tengan que visitar a varios especialistas antes de poder recibir un diagnóstico adecuado sobre la enfermedad que padecen.

Existen varios tipos de enfermedades autoinmunes sistémicas. Una de ellas es el lupus eritematoso donde la piel, articulaciones, riñones y cerebro se pueden ver afectados. La esclerodermia es otra enfermedad que entraría en este grupo que causa una producción excesiva de colágeno que puede incluso provocar deformaciones en el cuerpo y en la piel.

Otras enfermedades autoinmunes sistémicas serían la vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos), síndrome de Sjögren (destrucción de las glándulas que producen saliva y lágrimas) o miositis (inflamación de los músculos). En todas ellas el sistema inmune ataca al propio cuerpo causando este tipo de consecuencias que afectan en el día a día.

El mayor reto: el diagnóstico precoz

Según el Dr. Germán Peces-Barba, vicepresidente neumólogo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "las EAS son más frecuentes en mujeres (1-3 hombres por cada 7-9 mujeres) y suelen aparecer en edad joven". El desconocimiento de las causas de la aparición de estas enfermedades y la diversidad de sus síntomas hacen difícil su diagnóstico.

Por ejemplo, una persona con lupus eritematoso sistémico puede manifestar anemia y pérdida de cabello que puede confundirse con una mala alimentación u otra patología. Con otras enfermedades autoinmunes puede suceder lo mismo y hacer que el diagnóstico se retrase hasta 1 año. Esto es grave.

El Dr. Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) apunta que se trata de "enfermedades potencialmente mortales, que tienen tratamiento. Pero, si ese tratamiento se aplica tarde, pueden causar daños irreversibles en cualquier órgano o tejido y, por lo tanto, secuelas o complicaciones graves de la enfermedad". Esto conviene tenerlo presente.

¿Cuáles son las expectativas?

Los esfuerzos que se están realizando con respecto a las enfermedades autoinmunes sistémicas son alentadores. Lo que se promueve es una formación mucho más completa para que los médicos de atención primaria puedan derivar, sin demora, a un paciente a un especialista si sospecha que puede padecer una enfermedad autoinmune sistémica.

Asimismo, el abordaje de estas enfermedades siempre se debe hacer de manera conjunta desde diferentes especialidades. De esta forma el tratamiento será integrador y se evitará que las enfermedades puedan causar daños en órganos internos que puedan ser realmente graves. Todavía hay que darle más visibilidad a estas enfermedades cuya prevalencia es tan baja que hace que sean unas grandes desconocidas.

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