Muchas personas, cuando cambian las estaciones, comienzan a sufrir molestias físicas y emocionales, como tristeza, pérdida de apetito o cansancio, que pueden afectar a las relaciones interpersonales y a la vida diaria

Fuente: La Razón

La despedida del invierno y la llegada de la primavera y su consecuente cambio de horasubida de las temperaturas, pueden afectar a nuestro organismo. La astenia primaveral, que es el nombre que se le da a este trastorno temporal que pueden padecer algunas personas, cuyos síntomas pueden ser tristezapérdida de apetitocansancio. Esto sucede porque nuestro reloj biológico tiene que adaptarse al nuevo clima y esto agota nuestras energías. Los datos de incidencia revelan que ocurre entre los 20 y los 50 años, y es más común en mujeres que en hombres. Este fenómeno también puede darse en otoño con síntomas similares, debido al cambio de horario de invierno y, con él, a la reducción de las horas de luz, dejando atrás el buen tiempo y dando paso al frío.

¿Qué es?

La astenia primaveral es una forma de trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés), una condición en la que el cambio de estaciones afecta a las personas a nivel fisiológico. Una de las causas de la fatiga primaveral es que el suministro de serotonina del cuerpo se ha agotado en el transcurso del invierno. En primavera, nuestro cuerpo se recupera de nuevo, pero apenas tiene la “hormona de la felicidad” que necesita. Los déficits nutricionales tampoco ayudan, ya que si necesitamos producir mayores niveles de energía, nuestras células necesitan las vitaminas y minerales adecuados para trabajar.

Otras de las razones para este letargo primaveral, es que nuestro cuerpo no percibe las estaciones tan rápido como el calendario que tenemos colgado en la pared y nuestro reloj interno no tiene idea de por qué se ha adelantado, o atrasado, una hora. Un factor que también está relacionado con este trastorno estacional es la llegada de la temporada de alergias. Las plantas brotan y crean las flores que luego producirán frutos, lo que significa una gran cantidad de alérgenos en el aire. Los bloqueadores de histamina que las personas alérgicas toman, es otra de las razones por las que nos sentimos somnolientos, ya que es uno de sus efectos secundarios.

Los cambios de temporada también hacen que los patrones climáticos a corto plazo sean menos estables. Si bien las tormentas son normales en esta época del año, esta inestabilidad puede dejarnos “atontados”. No obstante, la buena noticia es que esta condición eventualmente se desvanece a medida que nuestro cuerpo se adapta, generalmente en unas pocas semanas.

Cómo lidiar con la astenia primaveral

Afortunadamente, la respuesta es bastante simple, gozar de un buen estado de salud. Más allá de eso, solo nos queda esperar a que nuestro cuerpo se adapte a la nueva situación climática. Sin embargo, aquí hay algunos consejos que nos pueden ayudar a hacerla más llevadera:

Y no solo cuando llega la primavera, sino antes también. Los estudios han demostrado que el ejercicio regular durante el invierno lo ayudará a adaptarse al cambio de estaciones, una razón más para salir y perder el peso adicional de las comidas de las vacaciones de los últimos días. Asimismo, ponerse en forma a tiempo para disfrutar de la ropa de verano también lo hará más feliz, sin importar sus objetivos de acondicionamiento físico. Por último, tomar aire fresco y aumentar la circulación sanguínea tiene el beneficio adicional de ayudar a obtener todas las hormonas adecuadas para solucionar este estado.

Comer sano

El hecho de que haya más sol no significa más fiesta y comida basura. Sabe perfectamente cuando su cuerpo le está pidiendo una sabrosa ensalada o una dulce pieza de fruta, dele lo que quiere. Además, en esta época del año, la cantidad de productos frescos, como frutas y verduras, aumenta. Los alimentos con semillas y los frutos secos, así como los carbohidratos complejos de las verduras y las frutas, son un refuerzo de energía natural para estos momentos de inestabilidad. Recuerde también comer proteínas, como las que encontramos en el pollo o el pescado, y asegúrese de mantener una ingesta equilibrada de lácteos si no es intolerante a la lactosa.

Beber agua

Debemos tener en cuenta que el café es un diurético, lo que significa que hace que el agua abandone el cuerpo, deshidratándole y, en consecuencia, dejándole aún más cansado. Pruebe el en lugar del café si realmente necesita esa dosis de cafeína para pasar la mañana, su cuerpo se lo agradecerá de muchas maneras.

Cuídese

Salga y vuelva a exponer su cuerpo a la luz del sol después de la oscuridad del invierno. Pasee con amigos, medite o tome una siesta bajo el cálido sol y le será más fácil deshacerse de estos síntomas.

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