Si va acompañado de otros síntomas, puede ser un signos de enfermedades como la gonorrea, la candidiasis o Enfermedad inflamatoria pélvica.

Fuente: 20 Minutos

El flujo vaginal varía de un momento a otro del ciclo y de una mujer a otra, pero, en términos generales, podemos decir que un flujo vaginal saludable suele ser transparente o ligeramente traslúcido. Si nos encontramos con otras tonalidades, como el amarillo, el verde, el gris o el rosado, y además este color va asociado a otros síntomas como olor o picor, podemos estar ante algún tipo de infección que deberemos tratar. Veamos qué puede estar indicando el flujo de coloración amarillo tanto si tiene un olor desagradable como si no.

Candidiasis

Aunque es más común que la candidiasis provoque un flujo blanquecino, también puede ocurrir que esta infección fúngica vuelva el flujo más amarillo, espeso e incluso con coágulos. No suele presentarse con olor, pero sí con picor, enrojecimiento y ardor, sobre todo durante las relaciones sexuales y al orinar. Aunque muy molesta, es fácil de tratar y desaparece a los pocos días.

Gonorrea

Esta enfermedad de transmisión sexual puede causar un flujo de color amarillento, además de dolor y ardor al orinar, dolor abdominal, sangrado entre ciclos y ganas frecuentes para hacer pis. También pueden aparecer síntomas en toras partes del cuerpo, como en los ojos o en la garganta. Al estar causada por una bacteria (Neisseria gonorrhoeae), la gonorrea se trata con antibióticos.

Clamidia

El flujo provocado por la clamidia, una infección de transmisión sexual, suele ser amarillo verdoso. También provoca picazón, dolor pélvico y durante las relaciones sexuales y fiebre. Estos síntomas sí pueden ir acompañados de mal olor. También se trata con antibióticos.

Tricomoniasis

Esta ITS está causada por un protozoo, el Trichomonas vaginalis, y sus síntomas más comunes, además de un flujo amarillo-verdoso de olor fuerte, suele ser malestar al orinar, y enrojecimiento en la zona genital. Si se da en el embarazo, puede provocar abortos o partos prematuros. Se trata con Metronidazol, un medicamento antiinfeccioso.

Uretritis

La uretritis es la inflamación de la uretra, que puede producirse por varias causas, entre ellas, un traumatismo en la uretra o una infección. Las cistitis recurrentes en las mujeres es la causa más frecuente de uretritis. Además del flujo abundante y de color amarillo, produce ardor al orinar, dificultad para comenzar a orinar y comezón.

Enfermedad inflamatoria pélvica

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección de los órganos reproductores femeninos que, generalmente, se inicia en la vagina y progresa hasta el útero. Además de abundante flujo amarillento, causa fiebre alta, dolor de vientre y, en algunas ocasiones, sangrado vaginal. Requiere de un tratamiento prolongado con antibióticos.

El flujo amarillo también puede aparecer por vaginosis bacteriana, una infección que se produce en la zona por el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina, lo que altera el equilibrio natural. En este caso sí aparece siempre un fuerte olor como a pescado.

Puede que todo sea normal

La secreción amarilla, sobre todo si es clara y no va asociada a otros síntomas, puede también perfectamente normal y no ser indicado de ninguna patología. De hecho, este tipo de flujo es común en muchas mujeres, especialmente durante la ovulación, cuando además de más amarillento será más espeso. Si tu flujo es siempre así, no es motivo de preocupación, aunque sí puede serlo si ha cambiado de coloración en tus últimos periodos. Ante cualquier duda, es mejor acudir al ginecólogo para quedarnos más tranquilas.

La mayoría de las enfermedades que provocan un flujo amarillo y abundante, con o sin olor, son prevenibles, pues muchas se transmiten vía sexual. Algunas precauciones que debemos tomar para evitarlas son:

  • Utilizar siempre preservativo, sobre todo si tenemos varias parejas sexuales.
  • Evitar el uso de duchas vaginales, porque remueven las bacterias de la región íntima responsables por proteger esta región de las infecciones;
  • Evitar el uso de perfumes y jabones agresivos en la zona genital, pues pueden alterar el pH vaginal;
  • Utilizar ropa íntima de algodón y transpirable. Y asegurarnos de que está seca siempre.
  • No usar prendas muy apretadas.
  • Secarnos bien cuando nos duchemos o salgamos del mar o la piscina.
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