En la formación de las pecas intervienen la predisposición genética y la exposición a la luz solar.

Fuente: 20 Minutos

Las pecas son un rasgo físico característico de muchas personas, especialmente en algunas que tienen la piel muy clara o que son pelirrojas. Curiosamente, algo que suelen notar los padres de los niños que las tienen es que no están presentes al nacer, sino que se desarrollan más adelante.

¿Qué son las pecas?

En realidad, las pecas (llamadas, más técnicamente, efélides) son un tipo de pequeñas lesiones benignas. Para que aparezcan, son necesarios dos factores: por un lado, una predisposición genética (por eso se asocian más a los fototipos de piel clara y a las personas pelirrojas) y, por otro, exposición a la luz solar.

Es por esto por lo que no son un rasgo que esté presente en los recién nacidos, que aún no han recibido suficiente exposición a la luz solar, y por lo que suelen aparecer en las zonas de la piel más expuestas al sol, como las mejillas y nariz, los brazos, los hombros, la espalda o el escote.

Igualmente, el hecho de aparezcan como consecuencia de la luz también explica que las personas con pecas tiendan a ir desarrollando más a medida que pasan los años, aunque muchas de las viejas pueden desaparecer especialmente en los períodos menos soleados.

¿A qué edad suelen presentarse?

Normalmente, las pecas aparecen entre la infancia y la adolescencia, y más específicamente en la franja de tiempo que va entre los cinco y los quince años de edad. Suelen alcanzar un pico en torno a los 20 años y disminuir en parte durante la adultez.

Las pecas no son en sí mismas un problema, por lo que no es preciso actuar sobre ellas de ningún modo en concreto. No obstante, sí que es cierto que las personas con predisposición a las pecas suelen ser también muy susceptibles a las quemaduras solares y al cáncer de piel, por lo que se recomienda que tomen precauciones especiales a la hora de exponerse al sol.

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