Cuando la menopausia aparece antes de los 40 años se considera precoz o prematura. Se caracteriza por menstruaciones irregulares o ausentes en mujeres por debajo de esta edad. Obviamente, esta patología afecta al potencial reproductivo de la mujer, pero, además, se asocia con mayor riesgo de osteoporosis, enfermedad cardiovascular y mortalidad más temprana. Cuanto más antes aparece, más graves pueden ser las consecuencias asociadas. Es decir, es peor que aparezca en la década de los 30 que en la de los 40.

La cuestión es que durante el periodo embrionario de la mujer, cuando se está formando en el seno materno, se desarrollan unos siete millones de folículos primarios en los ovarios fetales. Éstos se irán atresiando (reducción y pérdida) de forma fisiológica durante la vida fetal y postnatal, de tal manera que al final quedarán unos 500 para ser ovulados a lo largo de su vida reproductiva.

Sin embargo, la insuficiencia ovárica precoz (IOP) o menopausia prematura se origina por un descenso inicial en este pool de folículos. También «por una atresia acelerada o por una alteración en la maduración de los mismos», señala A TU SALUD la doctora Carmen Pingarrón Santofímia, Jefa de Equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.

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