Las reuniones sociales de la Navidad son un buen momento para prestar especial atención al bienestar de la persona con alzhéimer.

A pesar de que la Navidad es una fecha de reencuentros familiares y celebraciones, esta época puede ser especialmente dura para las personas que padecen alzhéimer, así como para sus cuidadores y familiares.

“Una rutina cotidiana repetitiva y organizada ayuda tanto a la personas con alzhéimer, como a la persona que lo cuida. En estas fechas, esta rutina se ve interrumpida y puede llegar a presentar dudas sobre cómo se debería afrontar la situación, por ello es importante mantener actividades que evoquen a su vida diaria”, explica Glòria Mas, neuropsicóloga y terapeuta de la Fundación Pasqual Maragall.

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