En España y en muchas partes del mundo, se ha transmitido de generación en generación la creencia de que es necesario esperar al menos un par de horas después de comer antes de sumergirse en el agua para evitar un corte de digestión.

Desde siempre hemos escuchado que, después de comer y antes de darse un baño o un buen chapuzón en la playa o la piscina, debían pasar al menos un par de horas como mínimo para evitar el tan temido corte de digestión. Este mito se ha ido extendiendo de generación y generación, y siguen siendo muchos los que creen que es cierto, pero realmente se trata solo de eso, de un mito.

El corte de digestión no existe

Siempre se ha hablado del corte de digestión como la razón para tener que dejar dos horas entre la comida y el baño, pero esto no es más que un mito, ya que el corte de digestión como tal no existe.

La digestión no se corta de esta forma y, en todo caso, para que se llegase a producir este supuesto fenómeno, habría que esperar mucho más tiempo, ya que el proceso de digerir es mucho más largo.

El verdadero “corte” que se produce recibe el nombre de hidrocución, que es un accidente que tiene lugar en forma de shock en el momento en el que el organismo cambia de temperatura de forma brusca.

Por otra parte, desde el propio ministerio de Sanidad se recomienda esperar dos horas desde la comida, pero solo como una medida de simplificación de la recomendación de medidas preventivas para evitar ese shock termodiferencial. Sin embargo, se recalca que este síndrome puede aparecer cuando una persona se sumerge de manera brusca en aguas frías y está acompañado de alteraciones del aparato respiratorio y cardiovascular que puede ocasionar en síncope, shock e incluso ahogamiento.

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