‘‘En medicina reproductiva, siempre le hemos dado mucho peso a la endometriosis porque sabíamos que un porcentaje muy alto de mujeres con esta enfermedad iban a tener problemas de fertilidad. Sin embargo, en los últimos años nos hemos ido dando cuenta de que la adenomiosis también tiene un efecto importante a considerar en el campo de la reproducción. Cada vez tiene más influencia en la infertilidad’’, empieza explicando a CuídatePlus Antonio Requena, ginecólogo y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, quien se ha encargado de moderar una mesa en el 11th International IVIRMA Congress que ha girado en los últimos avances de una patología que se estima que sufre entre un 20 y un 30% de la población femenina española.
Antes de continuar, ¿en qué se diferencian endometriosis y adenomiosis? Ambas comparten el hecho de que el tejido endometrial (que recubre el útero) no está donde le corresponde. En el caso de la endometriosis, ‘‘la característica fundamental es que ese tejido se localiza en la cavidad abdominal’’, informa el experto. Acerca de sus causas, hay varias y ninguna clara, aunque parece que la más evidente tiene que ver con la menstruación. Durante la misma, ‘‘el endometrio se descama y es lo que se expulsa, pero se piensa que se produce cierta caída del tejido endometrial en la cavidad abdominal’’. Lo normal es que las células del cuerpo destruya este desecho, pero en algunas mujeres, debido a factores genéticos o ambientales, esto no ocurre, formándose los llamados quistes de la endometriosis, siendo el ovario la zona más frecuente.
En cuanto a la adenomiosis, lo que ocurre es una invaginación. ‘‘Para que nos hagamos una idea, está el endometrio, luego una especie de pared fina y después ya está el músculo, llamado miometrio, que en el útero es importante porque cuando una mujer se pone de parto es el que se contrae para que el niño se expulse. Es un músculo que tiene mucha potencia en un momento dado’’, detalla Requena. Bien, pues en el caso de las mujeres con adenomiosis, la capa que separa el endometrio del miometrio, por motivos que tampoco están claros, se desplaza hacia el interior del músculo uterino, llegándolo a deformar. Según el ginecólogo, ‘‘no se forman quistes como tal, sino una alteración de la estructura normal del útero y de la cavidad’’.
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