“Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo” por eso de que todavía puede hacer frío. Sin embargo, este mes también reconoce los primeros rayitos de sol que empiezan a apretar. La llegada del buen tiempo invita entonces a celebrar bodas, comuniones y un sinfín de celebraciones más. Quién sabe si con o sin sayo, pero lo que es seguro es que los tacones no faltan. Como consecuencia, el dolor en los pies, tampoco.
Como explica el podólogo Juan Carlos Montero, la hinchazón o el edema en los pies se puede producir por diversas causas. Así, puede ser de origen traumático, como un esguince; o alérgico, como una dermatitis alérgica, que puede cursar con inflamación. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, las extremidades pueden sufrir este síntoma por un motivo vascular, es decir, “hay una dificultad en cuanto al retorno venoso. La respuesta que da nuestra pierna o pie es inflamarse”. El experto aclara que esta situación es más típica en estos meses del año en los que hace más calor, que en periodos fríos.
Generalmente, continúa, este proceso edematoso no es igual a lo largo de la jornada: “Por ejemplo, la hinchazón es más por la tarde-noche con respecto a la mañana. Según va pasando el día y se va haciendo más actividad, la hinchazón se va agudizando”.
Además, Montero apunta dos factores que ocurren en una fiesta. Por una parte, “nos vamos a poner calzado más estrecho, lo que nos va a comprimir más el pie” y, por otra, “conforme avanza el tiempo y estamos sobre nuestros pies, las piernas y tobillos se hinchan más”. Todo ello conlleva a su vez que se produzcan más rozaduras y ampollas.
Por tanto, la mejor prevención irá orientada hacia el calzado. “De hecho, es muy típico hoy en día en las bodas que las mujeres se cambien los zapatos durante la celebración. Con un calzado con más volumen, vamos a minimizar la problemática que nos va a generar la hinchazón de nuestros pies”, detalla el podólogo.