Cerca de 300.000 personas que residen en España padecen una enfermedad inflamatoria intestinal (EII), según la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU) de España

En España aproximadamente hay 10.000 nuevos casos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) cada año. Por este motivo conviene saber lo que es, así como el significado y las diferencias de enfermedad de Crohn y de colitis ulcerosa.

¿Qué es la EII?

La EII hace referencia a un grupo de trastornos que afectan sobre todo al intestino y que se caracteriza porque produce una inflamación crónica. Entre sus principales patologías se encuentran la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que más adelante analizaremos.

¿Qué es la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn es una afectación crónica intestinal que aparece de manera recurrente en forma de brotes. Puede afectar a cualquier zona del aparato digestivo, aunque la localización más frecuente es en el tubo digestivo (desde la boca hasta el ano) concretamente en el íleon terminal (porción más distal del intestino delgado) y colon. Asimismo, no afecta a toda la porción, sino que es común la aparición de áreas “omitidas” o no afectadas en las que el funcionamiento es correcto.  Comienza con la inflamación y abscesos que pueden terminar en úlceras con edema dándole un aspecto de empedrado al intestino. La inflamación puede afectar a toda la pared intestinal, causando engrosamiento, cicatrices y estrechamientos que dificultan el paso de los alimentos. Son comunes los abscesos y fístulas, que pueden conectar el intestino con otros órganos o la piel, especialmente en la zona anal. A veces aparecen granulomas (acumulaciones de células inflamatorias), aunque no siempre, y su presencia no influye en cómo evoluciona la enfermedad.

Los principales síntomas son:

  • Diarrea crónica
  • Pérdida de peso
  • Cansancio
  • Dolor abdominal
  • Disminución del apetito

En ocasiones, puede acompañarse de fiebre, hinchazón de las articulaciones, aftas y en caso de que haya dificultad de paso en algunas zonas (obstrucción intestinal), también pueden aparecer náuseas y vómitos. Algunos de ellos aparecerán de forma progresiva, mientras que en otros serán de manera repentina, en función de la persona.

Por el momento no se conoce la causa exacta que provoca esta enfermedad. Lo que sí se ha podido comprobar es que suele aparecer entre los veinte y los treinta años y en algunos casos va ligada a personas que tengan antecedentes familiares. Se ha descartado el hecho de que el estrés y seguir una dieta insana desencadenen la enfermedad no obstante sí que pueden agravarla.

Para el control de los brotes se recomienda seguir una dieta específica alta en:

  • Abundantes cantidades de calorías, proteínas y agua
  • Sin lactosa
  • Baja en fibra y azúcar.

Adicionalmente se deben distribuir en 4-6 comidas pequeñas/día para así hacer un seguimiento de los alimentos que no se toleren bien (se recomienda hacer un diario).

Como complemento, se pueden administrar corticoides, ácido 5-aminosalicílico (5-ASA), antibióticos o inmunosupresores, así como en el caso de que sea por alteraciones en el sistema inmunológico, también se puede hacer uso de anticuerpos monoclonales anti-TNF. Mientras que las obstrucciones, fístulas o abscesos requieren cirugía.

¿Qué es la colitis ulcerosa?

La colitis ulcerosa es una enfermedad que causa inflamación y úlceras en la membrana que recubre el intestino grueso y afecta exclusivamente al colon, aunque se localice de manera más frecuente en el recto. También puede presentar manifestaciones en otras zonas del cuerpo como articulaciones, hígado, piel y ojos, entre otras.

Suele aparecer por primera vez entre los 15 y los 30 años o también en una segunda etapa entre los 50 y los 70 años, principalmente de manera hereditaria, a través de dolor abdominal y diarrea con sangre.

Los principales síntomas varían de una persona a otra. Aunque por normal general suelen ser leves y van asociados a:

  • Pérdida de peso
  • Pérdida de apetito
  • Anemia
  • Dolor en las articulaciones
  • Cansancio severo
  • Expulsión de sangre por el recto
  • Fiebre
  • Hemorragia rectal
  • Incapacidad para defecar
  • Llagas en la piel.

La colitis ulcerosa suele asociarse a factores genéticos, alteraciones en la respuesta del sistema inmunológico y de la microbiota intestinal. De hecho, cuando el sistema inmunológico trata de frenar a estos microorganismos produce una respuesta inmunológica anormal que provoca que las células de defensa ataquen a las del tracto gastrointestinal causando inflamación y daño del tejido sano.

Los principales factores de riesgo suelen ser:

  • Genéticos
  • Uso frecuente de antinflamatorios
  • Estrés crónico
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Dieta baja en fibra
  • Dieta rica en grasas animales
  • Dieta en azúcares refinados
  • Infecciones gastrointestinales previas
  • Deficiencia de vitamina D

También cabe destacar que con la colitis ulcerosa existe un aumento de padecer cáncer de colon, un riesgo que aumenta de manera progresiva a partir de los 10 años del diagnóstico de la enfermedad.

Para llevar a cabo un diagnóstico precoz se recomienda realizar un seguimiento endoscópico anual a partir de los 10 años del diagnóstico.

El tratamiento tiene como objetivo la remisión de la patología. Para ello, se utilizan diferentes fármacos en función de la gravedad de la enfermedad siendo la mesalazina por vía rectal el fármaco de referencia y que, suele alcanzar la remisión entre las 4 y 6 semanas siguientes al inicio del tratamiento. Sin embargo, cuando no se tolera, se recomienda la administración de supositorios de corticoides que, tras la remisión, requiere continuar el tratamiento para evitar recurrencias. Cuando se trata de una colitis severa, se administran corticoides en dosis altas o medicamentos biológicos. Mientras que como última opción está la cirugía ya que, en el caso de la colitis ulcerosa, habitualmente requiere la extirpación del intestino grueso (colon y recto) llamada proctocolectomía que implica la construcción de una bolsa de recolección por donde se eliminaran las heces.

Diferencias entre enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa

Las principales diferencias son:

  • Localización: la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, mientras que la colitis ulcerosa afecta al intestino grueso (colon).
  • Patrón de la inflamación: en la enfermedad de Crohn es en parches (zonas sanas y enfermas), mientras que en la colitis ulcerosa es continuo, es decir, de manera simétrica.
  • Síntomas: en la enfermedad de Crohn encontramos diarrea crónica y disminución del apetito, mientras que en la colitis ulcerosa se precia anemia, fiebre, incapacidad para defecar y expulsión de sangre por el recto, entre otros.
  • Dolor abdominal: en la enfermedad de Crohn suele ser más común en el lado de derecho, mientras que en colitis ulcerosa en el izquierdo.
  • Aspecto: en la enfermedad de Crohn es irregular y en la de colitis ulcerosa es uniforme y difusa, lo que ayuda a que no se aprecien fisuras y que genere una superficie mucosa granular
  • Cirugía: la enfermedad de Crohn se puede curar si se extirpa el colon, mientras que la colitis ulcerosa se puede curar con cirugía, aunque siempre se utiliza como último recurso cuando no se responde adecuadamente al tratamiento.

 

Impacto en la vida diaria

Ambas enfermedades pueden afectar a la vida cotidiana de las personas que las padecen, sobre todo al experimentar fatiga en su cuerpo y la necesidad de tener localizado el baño más cercano.

En cuanto al ámbito laboral, cabe resaltar la disminución de la productividad o del rendimiento, lo que puede llevar a ajustes de horarios o de estudios para reducir al máximo las ausencias por síntomas o visitas al médico.

Los fármacos también pueden provocar implicaciones negativas en salud mental debido a los efectos secundarios relacionados con la frustración, malestar e incertidumbre por no saber cómo te vas a encontrar.

Para poder hacer frente a estas enfermedades existe un tratamiento que mezcla diferentes tipos de medicamentos, tanto de alivio sintomático como para tratar afecciones. En caso de dudas, como siempre decimos, recuerda que tienes a tu farmacéutico a tu lado.

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