Aunque maratonear en Netflix hasta la madrugada puede sonar como un plan tentador en fin de semana, lo cierto es que podría alterar tu sueño y llevarte a este fenómeno

Si hablamos de jet lag, seguro que lo primero que se te viene a la cabeza son los viajes en avión, así como el cansancio y desajuste del sueño posterior a ello. Pero, ¿y si te dijéramos que hay otro tipo, con efectos parecidos en el cuerpo, pero que sucede sin la necesidad de tomar un avión?

El jet lag social es la diferencia o desfase que hay entre los horarios de sueño que tenemos entre la semana y el fin de semana, motivados por el trabajo, estudios o actividades de esparcimiento. Este cambio en los patrones de descanso está asociado a síntomas como el cansancio, agotamiento e incluso problemas de sueño que podrías experimentar durante toda la semana. Te contamos más.

¿Cómo se produce el jet lag social?

Los expertos sugieren que los desfases horarios son los causantes del jet lag social. Todas las personas tenemos un reloj biológico natural —también conocido como ritmo circadiano—, el cual regula los ciclos de vigilia y sueño. Durante la semana, ajustamos nuestro ritmo circadiano a las distintas obligaciones académicas o laborales que tenemos. Por lo general, despertando más temprano de lo que nos gustaría.

Pero, en los fines de semana solemos variar estos horarios: levantándonos y acostándonos más tarde, para ir con nuestro ciclo natural. Y esa diferencia horaria lleva a un desajuste de nuestro ciclo circadiano, lo que, a su vez, produce el jet lag social. Ten en cuenta que este es un problema muy presente en nuestra sociedad, de hecho, se estima que el 70 % de los estudiantes y trabajadores experimentan al menos una hora de jet lag social.

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