Darse un abrazo al cerrar los ojos no solo ayuda a conciliar el sueño. Hay mucho más tras este acto de amor

Un reciente estudio de la Universidad de Auburn (Estados Unidos) muestra que las parejas que se acurrucan físicamente al comenzar la noche tienden a experimentar niveles más bajos de estrés y se sienten más seguras emocionalmente en sus relaciones. Esta es la conclusión principal de una investigación liderada por el psicólogo Josh Novak y la investigadora en desarrollo cognitivo Kaleigh Miller de la Universidad de Auburn (EEUU). ¿Abrazos nocturnos? Sí; podría ser una manera fácil y gratuita de mejorar la salud mental y la calidad de la relación.

Dormir no es solo un placer: es una necesidad vital para el cuerpo y la mente. El sueño impulsa nuestras capacidades cognitivas, equilibra el estado de ánimo, refuerza el sistema inmunológico y es clave para el bienestar general. Aunque a menudo se analiza como una experiencia individual, lo cierto es que la mayoría de los adultos comparten su descanso con una pareja.

Los investigadores analizaron los datos de 143 parejas mixtas que compartían la misma cama por las noches (no todo el mundo duerme en la misma cama o la misma habitación estando en pareja). En promedio, estas parejas llevaban juntas 13 años, y algunas llevaban casi tres décadas. Los participantes compartieron información sobre sus posturas habituales para dormir, sus niveles de estrés y sus sentimientos de apego.

Los autores del estudio, publicado en la revista Journal of Social and Personal Relationships, Josh R. Novak y Kaleigh C. Miller, observaron que, si bien las parejas suelen mantener su propio lado de la cama, con frecuencia cruzan esta barrera para acurrucarse, tener afecto y por qué no, también para tener relaciones sexuales aprovechando la cercanía de la pareja.

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