Si hablamos de adicciones, es probable que lo primero en lo que pienses es en las drogas o el alcohol, pero no en el estrés, ¿cierto? Sin embargo, cabe la posibilidad de que una persona puede llegar a volverse «adicta» a las situaciones estresantes.
Eso sí, ten presente que los expertos no reconocen la adicción al estrés de forma clínica: lo ven más bien como un patrón disfuncional de afrontamiento o dependencia conductual del alto rendimiento. De manera coloquial, podemos decir que este patrón de comportamiento ocurre cuando nos ponemos de forma constante en situaciones estresantes, como una manera de sentirnos productivos y exitosos.
Las hormonas pueden tener que ver en su aparición. Ante circunstancias agobiantes, producimos adrenalina y cortisol, sustancias que nos dan un empuje inicial. En algunas personas —no en todas—, ellas también podrían influir en la liberación de dopamina, la hormona que genera una sensación de recompensa y energía en el cuerpo. Ahora, son varias las señales que pueden indicar esta condición. A continuación te las compartimos, por si sospechas que podrías estar experimentándola.
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