La zona genital femenina es una parte del cuerpo muy sensible y delicada. Es por eso que está recubierta de vello púbico para mantener una correcta temperatura, humedad y evitar el acceso de agentes patógenos. El problema es que, al depilarse, la mujer puede generar espinillas vaginales.
Ya sea con cuchilla, cera o láser, la depilación de la zona vulvar causa irritaciones y alteraciones en los folículos pilosos. Aún con el mayor de los cuidados, siempre se corre el riesgo de inflamación.
¿Qué es el folículo piloso?
El folículo piloso es un anexo de la piel, donde se crea el pelo que crece por un canal a través de la dermis. En un momento determinado, alcanza la superficie corporal y sale por encima de los límites.
Justo antes de la salida, este canal se hace más estrecho, recibiendo el nombre de infundíbulo. Allí abundan glándulas que descargan sus secreciones. Hay un tipo de glándula que siempre acompaña al folículo piloso y tiene una secreción grasa, conocida como sebácea. Responde, en gran medida, a las hormonas.
Por otro lado, hay glándulas que se encuentra solo en determinadas regiones anatómicas, como son las ingles, las axilas, el pliegue submamario y pliegue interglúteo. Se llaman apocrinas y presentan una secreción espesa y olorosa.
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