La idea de empezar a correr puede entusiasmarte, pero si lo haces sin prepararte bien, tus pies pueden manifestar dolencias indeseadas

La idea de comenzar a practicar running te emociona hasta que empiezas a sentir dolor en tus pies. Al principio te parece normal, pero con los días empieza a afectar tu rendimiento. Si te preguntas qué sucede, debes tener claro que los fallos en la preparación, el calzado y la técnica te afectan más de lo que piensas.

Correr es una actividad que causa impacto en tus articulaciones y en la que respetar tus límites físicos es clave. Por eso, si quieres sacarle el máximo provecho para mejorar tu condición física, lo mejor es que te familiarices con los errores más comunes entre runners principiantes y lo que puedes hacer para evitarlos

1. Saltarse el periodo de adaptación

Si tu objetivo es empezar a correr, debes saber que es esencial atravesar un periodo de adaptación. No puedes pretender un avance de la noche a la mañana, pues tu cuerpo requiere tiempo para acostumbrarse al nuevo esfuerzo. Salir a correr varios kilómetros desde el primer día, aumentar mucho la velocidad o la frecuencia, causará tensión en tus pies y mayor riesgo de dolor y lesiones.

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